sábado, 28 de mayo de 2011

El regreso. Primera parte: "Semana Santa"

Atendiendo a petició de maique, lo haré por partes, si no, no empezaré nunca esta entrada.

Todo este silencio, como ya dije, no es debido a ningún problema. Más bien he estado bastante ocupado con exámenes. Aún no acabé, pero el que me queda me deja tiempo libre para dedicar unas palabras a este blog.

Para empezar os diré, tal y como alguna vez ya había comentado, el exponer aquí todo mi interior provocó en mi ser el mismo efecto como cuando empiezas a tomar un ansiolitico: los primeros días son horribles, como de ir hacia atrás, luego mejoró la situación. Pero ese aspecto me hizo pensar en que días después yo tenía que irme de viaje unos cuantos kilómetros lejos de casa. Eso me hizo separarme del blog, pensando que de esta manera, desaparecerían esos síntomas tan fuertes y no salieran, de momento, más a flote.

Por suerte, descubrí un libro que me está ayudando mucho de una persona que ha pasado exactamente por lo mismo que pasé, paso y seguramente pasaré durante un tiempo más. Con suerte, puede que acabe como él, recuperado y escribiendo también todo mi proceso con la única diferencia que él fue escribiendo todo su recorrido y yo sólo lo tengo en mi memoria, algún e-mail y al menos, tengo toda la documentación de este blog. En otra entrada os hablaré de este libro detalladamente porque no tiene desperdicio. Pues gracias a este libro, hice todo lo posible para imprimirmélo y llévarmelo conmigo de viaje. Lo encontraba imprescidible, era como llevar un ansiolítico encima. Dos días antes de irme de viaje empecé a leérmelo y me fue bien, bastante bien. Luego en el viaje y en mi estancia en mi destino no lo lllegué a coger.

En destino estuve bien, sin problemas y el viaje de ida fue tranquilo, bastante tranquilo. Por suerte íbamos durmiendo en tren y claro, de esta manera se hace más corto el sufrimiento. Pero para una persona que sufre allá por donde va, estar metido en un habitáculo pequeño y que sabes que está en marcha y alejándose de tu casa, tu sitio seguro, para como lo llevé, no me puedo quejar. Como he dicho antes, la estancia allí estuvo bien. Hizo muy mal tiempo, por lo tanto estuvimos mucho tiempo en casa, porque fuera llovía y granizaba. El día de vuelta, en el coche hacia la estación para coger el tren de vuelta a casa, tuve una de esas sensaciones de "despersonalización" o "irrealidad" (bien, bien... no las se distinguir). Supongo que era de noche, pasadas las doce y, la verdad, parecía que en vez de ir en coche iba flotando por las nubes y todo se movía arriba y abajo. Aquí me preocupé y, para que os voy a engañar, me acojoné. A los pocos minutos tenía que estar otra vez en un tren metido durante 9 horas. Pero yo creo que fue más bien el perder el tren, me preocupaba el hecho de no tener más trenes disponibles para volver a casa y lo que pudiera pasar, porque una vez bajé del coche, ya estaba en la estación, faltaba media hora para que llegara nuestro tren, pero sorprendentemente ya estaba en el andén me hizo tranquilizar de golpe. Supongo que "todo estaba bien, en su sitio". Montamos en el tren, nos despedimos de los familiares y una vez dentro reinó la calma. Me puse a jugar a la consola hasta pasadas la una, casi tocando las dos. Dormí bastante bien, tratándose de un tren y me desperté a poco de llegar a la estación de sants. El trayecto fue bueno, muy bueno.

El viaje acabó. Llegamos a casa. A salvo, como digo siempre. Se pasó bien, pero estás en constante alerta y cansa mucho. A veces piensas si vale la pena tanta alerta, tanto seguimiento de tus sensaciones: palpitaciones, dolores, mareos, etc... La vuelta a casa con la fiesta de final de semana santa fue bien. Cuando has pasado por ese momento malo todo lo ves como un éxito, no pasa nada, todo sigue igual... pero cuando llega la hora de que venga otro... no tienes ganas otra vez de estar alerta, vigilando las sensaciones, comiéndote el coco...

Sigo leyendo el libro del cual os hablaré en un futuro y me queda un poco. Ayuda bastante y estoy por que alguien (entendido en el tema) me asesore de más libros que me puedan ayudar a seguir adelante. A pasar por fin al último tramo y pasar o, mejor dicho, volver a ser la persona que era antes de...

En la segunda parte (que imagino, será más corta) os explicaré todo este tiempo desde la llegada hasta que haya pasado mañana lo que he vivido, las sensaciones y las evitaciones y las NO evitaciones, que han sido bastantes.... espero acordarme de todo. Desearme suerte, porque mañana la voy a necesitar.

Un abrazo a todos.

3 comentarios:

  1. mucha suerte gali........ya nos comentaras....

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  2. Me alegro de que por fin escribas, y espero que la segunda parte no sea más corta, que por lo menos sea como esta, tu cuéntanos cuentanos...

    A hug ■ ■ ■

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  3. coincido en esa sensación de estar alerta cuando me alejo de mi casa y la verdad es que cansa bastante estar todo el rato así. Yo querría ser como esas personas que bajan la guardia permanentemente y sólo disfrutan de los viajes ... yo en cambio tengo un afán de controlar las situaciones para que nada malo pase durante el viaje ... otras personas tienen una gran capacidad para abstraerse de todo esto, simplemente se dejan llevar y la verdad es que acaban disfrutanto más de todo. Creo que debería dejar de ser tan organizado, ordenado y preocuparme menos por las causas-efectos ... debería dejarme ir más amenudo, así no me dedicaría a encuadrar mi parte consciente sino a aprender a bailar con mi inconsciente.

    Venga ánimos!!

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