jueves, 31 de marzo de 2011

HOY HA SALIDO EL SOL!!!

Pensaba dejar sólo el título de la entrada que, creo, habla por sí solo de lo que podría ir esta entrada.

Hoy hace un día espléndido. Un sol brillante, una calorcita que no hace falta el abrigo...

Esta mañana.... he cogido la autopista. No he dejado respirar a mi ansiedad. He empezado a practicar todas las armas para paliar la ansiedad y.... lo conseguí. No se elimina, eso está claro, pero creo que lo más importante, es que he conseguido controlarla, pasar de ella y tirar recto. Esta mañana no hacía sol, más bien estaba bien oscuro. Pero al salir del curro, día perfecto. No mentiré diciendo que no he empezado a tener síntomas ansiosos cuando se acercaba la hora de acabar la jornada, pero... lo he rebajado. He cogido el coche. Y tomando conciencia de lo que iba a hacer, he cogido la autopista. ¿Resultado? Bueno, aparecen síntomas, pero intento cambiar mi visión de las cosas, mis pensamientos y he podido respirar tranquilo, sin problema. Ayer fue un mal día. Hoy el día estuvo mejor.

He aprendido a eliminar síntomas porque he descubierto que es lo que me produce, a veces, la falta de aire. Cuando empiezo a ponerme con una ansiedad que va aumentando lentamente, descubrí que el estómago lo tenía tan, tan encogido que no me dejaba respirar. Al darme cuenta de eso, relajo el estómago, lo hincho de aire y lo mantengo durante unos segundos. Es bestial, porque desaparece un síntoma de la ansiedad sin que te lo puedas creer. ¿Era eso lo que me producía la falta de aire? No me extraña... si tengo barriguita y cuando me di cuenta de lo que hacía, ni siquiera tenía barriga, más al contrario, hacia dentro... asi no me extraña que me faltara el aire.

Bueno, no me quiero alargar en una entrada que sólo quería que tuviera el título, porque lo dice todo: hoy ha salido el sol... por el momento!!

miércoles, 30 de marzo de 2011

Día malo... muy maalo

Pues sí... malo, malo, o más bien diría EVITATIVO a tope. Pero empecemos por el principio.

Ayer, me fuí al oculista. Revisión. En principio, no hay problema ni me genera tanta ansiedad como podría ser el dentista. Pero algo pasó. No se si fue la calor, o que se yo... pero la chica venga mirar y mirar, no pone buenas cara y me explica que si la cavidad del ojo que si es más profunda de lo normal, que puede ser algo de nacimiento como que pueda ser un glaucoma. Luego estuvo tocándome los ojos con unos aparatos y no veas la impresión que da que te toca el ojo pero tampoco notaba gran cosa, porque me había puesto anestesia en los ojos (unas gotas). Luego me dice que si me pican los ojos porque tengo no se qué en los párpados que podría ser no se qué... (aquí ya me perdí). Total, que me siento en la consulta con mi hijo al lado y me empieza a explicar todo lo que ha explorado, lo que tenemos que hacer y tal... se me queda mirando fijamente y me pregunta: "¿te encuentras bien?" a lo que le respondo que si (mentía, me estaba mareando...) y me dice que estoy muy pálido. Entonces le digo que si, que un poco y me comenta que mucha gente se le ha caído en redondo en la consulta porque el tocar los ojos causa una sensación rara.... Pero aguanté del tirón y me levanté de la consulta y salí por la puerta a la calle. No os voy a mentir y fueron los minutos más desesperante de mi vida hasta llegar a casa. Imaginaos el estado de ansiedad con esos síntomas de que vas mareado, irrealidad , etc.... pues se vieron más magnificados con los meneos que me metía mi hijo, que se colgaba de mí, que si chocaba y así iba yo, dando tumbos como un borracho.

Al llegar a casa, nada del otro mundo, miramos y la cosa no es nada grave, en absoluto.. pero ahí tenía yo mi mal estar, mi mal rollo interno. No es fácil luchar con la ansiedad si encima tienes que enfrentarte a situaciones no esperadas.

Esta mañana tocaba coger el coche para el trabajo. Como cada día. He evitado la autopista. En el trabajo he estado bien o incluso mejor y más por historias que me han contado de unos personajes conocidos que tienen enfermedades terribles. Por lo tanto, lo mío no es nada... pero ahí está.

Lo peor vino a la hora de acabar la jornada. Debía de coger la autopista como cada día pero no he podido. Lo he intentado pero la sensación de escalofríos, de que se me duerme el cuerpo era tan bestia, que no podía arriesgarme, por lo tanto, camino alternativo. Sorpresa! Camino alternativo cortado por los mossos d'esquadra. O iba por la autopista o daba una vuelta horrible hasta llegar a casa. Solución: vuelta horrible.

Normalmente, cuando tomo medicamentos, me pasa algo y estoy alerta, dejo pasar unos días y voy por lo tranquilo, por el sitio seguro, no por la autopista. A los pocos días ya estoy más tranquilo y acabo cogiendo y no evitando la autopista. Esta vez no quería, pero el estado de ansiedad era demasiado y ha podido conmigo. Llevaba unos días mentalizandome de la tranquilidad mientras conduzco pero hoy se ha ido todo al garete. He llegado tarde a mi cita y, como siempre, a inventarse una excusa del porque de mi tardanza.

No es una superación, lo se... pero necesitaba soltarlo. No puedo venirme abajo por cualquier tontería que me pase y suerte que no voy al psico que si no, me hubiera echado una bronca tan descomunal que me hubiera metido él mismo en la autopista por dos horas por la evitación que he hecho hoy. Espero que la próxima entrada, no sea tan pesimista como esta.

sábado, 26 de marzo de 2011

Qué raro todo...

Ese título por poner algo...

Hoy me pasó algo curioso. Siempre estoy buscando gente que haya pasado/que pase por lo mismo por lo que yo paso pero es difícil encontrar a gente que quiera participar en esa "ayuda" que busco. Foros, chats, anuncios... etc... por hache o por be nunca cuaja. Maique es uno de los que, por suerte, rompen esa excepción, y, aunque se que vas a leer esto, me alegro de que esté ahí, detrás de la pantalla de mi portàtil.

Como he dicho antes, hoy algo pasó. No voy a dar muchas pistas, por si alguien lee esto..., pero conozco una persona desde hace unos meses con el cual he estado charlando en las horas de recogida del cole de los niños (van juntos nuestros pekes). Hoy me ha explicado lo que sufrió de ansiedad. Si, eso que yo recelo y me callo, él lo ha contado como algo que le pasó durante una etapa de su vida. Dice que está muy bien y tal, pero claro, me ha recorrido un escalofrío por el cuerpo, una sensación de esas "maravillosas" por todo lo que estaba explicando: mareos horribles, se ha desmayado dos veces, taquicardias.. etc... Ahí podría haber aprovechado y haberle dicho "te entiendo" pero no... he asentido con la cabeza, he escuchado atentamente pero no he aportado nada por mi parte. Supongo que el hecho está en que estaban los niños, su mujer, y decir lo que yo estoy pasando podría constituir una noticia en primera plana del mejor periódico de la provincia, cosa que no quiero.

Otra cosa diferente es que él habla en futuro. Esa parte me ha gustado. Sufrió durante más de dos años interminables ataques de ansiedad y, lo más curioso, que empezó en la misma fecha que yo... sólo que él los acabó hace tiempo, cosa que yo no, sigo luchando con mi "amiga ansiedad". Si él habla en pasado, ¿porqué yo no? Ahí queda esa esperanza.

De hecho, mi actitud ha cambiado bastante y eso es muy importante. Antes con cualquier primer síntoma que tuviera ya hacía un drama y ya iba con un mal cuerpo que te cagas a todos lados. Hoy, después de dormir la siesta, me he ido con el coche a buscar a mi hijo. En el camino, estaba como raro, mal cuerpo y mi mente ya empezó a trabajar como de costumbre. Entonces me he dicho, me da igual, lo que tenga que pasar, que pase... al final, en pocos minutos después, no tenía nada, estaba la mar de normal y he pasado unas horas tranquilo en casa ajena, desconocida.

Esta semana, en un momento de mis pensamientos neuróticos, he pensado: si no me ha pasado nada ya, ¿porqué me sigo preocupaando de algo que no me ha pasado en 10 años que llevo ya? Pienso muchas veces que cuando algo te tiene que suceder, te sucede y punto, no hay escapatoria, como si estuvíeramos destinados a esos. Llevo pensando muchos años que si me va a pasar esto, que lo otro... pero no me pasa nada y si pasa.... pues que pase, no nos vamos a preocupar por algo que podría suceder. En fin, que es muy raro todo junto.

Y en mi casa el teléfono no para de sonar... se que no tiene nada que ver con este tema... pero me produce una irritabilidad que roza ya la ansiedad...

He pensado que va siendo el momento de abrir este blog al resto de bloggeros, no siempre este besugo está de buenas, de cachondeo y todo lo ve de color de rosas, también tiene sus más y sus menos. Miraré a ver como lo hago...

Hasta siempre!

sábado, 19 de marzo de 2011

No quiero... pero pasa :-(

Hace días que no meto entradas en este blog. Me pregunto porqué será, y creo que no quiero aceptar algo que no quiero tener pero que, desgraciadamente, tengo.

Ayer pasé un día muy raro en el trabajo. Durante toda la mañana tenía la sensación de que no tenía fuerza e las piernas. Que cuando me levantaba estaba como ligeramente borracho. Típica sensación de la ansiedad, pero intenté pasar de ella. Lo primero que me pasó en la cabeza era el trayecto del trabajo a casa, pero otra parte de mi ser me decía, no pasará nada.

Cuando llegó la hora, cogí rápidamente y me largué del curro. Miento, cinco antes minutos de mi hora ya me fuí. Me puse la música a tope y empecé a cantar tan fuerte que me quedaba sin respiración. Digamos, que me estaba poniendo nervioso sin darme cuenta. Dudé si coger la autopista o irme por el camino tradicional, aquel que cojo cuando estoy muy ansioso/nervioso, pero decidí ser valiente y coger la autopista. Entré en la autovía y empecé a notar que perdía el conocimiento (la sensacion) que todo se me entumecía, el corazón empezó a correr una maratón sin moverme del coche. Pensé: paro un momento a que me tranquilice, pero tengo otra parte de mí, que no me deja vivir en miedo y me decía "un poco más, sigue un poco más y luego paramos". La sensación seguía y empezaba a notar la cabeza como "ida", al girar la curva, por culpa de un coche de autoescuela, estábamos todos parados. Respiré hondo, intenté hacer los ejercicios de respiración y a activar el estado de relajación que me enseñaron en psicología, pero no estaba para esas labores. Digamos que tenía que tirar la toalla y decir a todo el mundo a viva voz : "soy un ansioso de la vida". Logré entrar en la autopista finalmente con menos ansiedad pero con el pie que me temblaba de los nervios que cogí. Pensé que si me tenía que pasar algo (un accidente) que me pasara ya y acabáramos con todo. Pero el problema es que ni pierdo el control y al final los nervios van desapareciendo lentamente. 
Salí de la autopista y decidí parar para relajarme un poco. Ya estaba en mi ciudad. Pero como siempre, no pude parar y decidí seguir por otro camino alternativo hasta casa. Allí pensé en dejar el coche aparcado y pensar en lo sucedido, gritar, llorar o lo que hiciera falta. Pero como si otra persona en mi ser se tratara, me bajé y me dirigí a mi casa, donde me puse a hacer la cena de esa noche y la comida para el momento. Ni siquiera paré para reflexionar, estudiar o llorar el problema. Seguí mi vida sin mirar atrás.

Sentí en ese momento que todo se desmorona ya y no hay más que decir a la gente que sufro de esto y no esconderme de nadie. Pero eso sería un paso atrás porque con la excusa de que no me encuentro bien, dejaré de hacer cosas. De esta manera, como los demás no lo saben, aunque lo pase mal, yo sigo intentando lo que puedo.

Por la noche tuve una cena. Tenía que volver a hacer el mismo recorrido. Al ir a la cena, decidí hacer el camino alternativo. Quería llegar sin nervios al sitio. Llegué y ningún problema. Al plantear la vuelta era un dilema: si por la noche soy más sensible a la ansiedad, imagina si vuelvo a pasar por el mismo sitio que por la mañana, pero por la noche". Por lo tanto la decisión era irme por el sitio "seguro". Cuando me acercaba a la bifurcación, mi otro YO giró el volante y me metió en el camino peligroso. Ya no había marcha atrás. Había hecho una salvajada. Pero sólo me quedaba activar todos los planes de relajación y una cosa muy importante para mi sanación, no ejecutar la acción de la "evitación" si no al contrario, tratar de no evitar las cosas. Pasó bien, sin problema. Pasé por el mismo sitio a oscuras sin apenas visión y me puse un pelín nervioso, pero ahí quedó la cosa. La entrada a la autopista fue sin problemas y salí de ellas sin más.

No se trata esta historia de una superación. He conseguido no evitar "algo" pero no considero que esto sea una superación. Aun me queda mucho por recorrer, pero mucho. Pero una cosa me di cuenta, no me voy a acojonar por nada y voy a intentar seguir adelante y pasar por el mismo sitio que me produce estos nervios.

Hace ya muchos años que no voy solo por la autopista hacia la gran ciudad y eso se tiene que eliminar como sea. Recuerdo que dije en este blog, en la primera entrada que iría explicando como empezó todo y las cosas que me llegaron a pasar. Ahora no tengo mucho tiempo, pero en verano, voy a intentar conseguir escribir por capítulos todo el comienzo. Por ahora decir, que el primer pequeño ataque de ansiedad me lo produje yo mismo en un trayecto de autopista hace ya 10 años. Siempre he ido solo de un lado a otro y nunca he tenido ningún problema. Un día tuve que bajar a la gran ciudad por trabajo y cogí el coche de la empresa. Siempre me ha gustado correr con el coche y aproveché cuando volvía de la gran ciudad al trabajo para correr bastante (si me ponían la multa, se la ponían al coche de la empresa, jeje) y creo que esa fue la última vez. A mitad de camino, se me pasó por la cabeza una pregunta que me marcó: "anda que si me pasa algo aquí lejos" Entonces noté un ligero mareo que me puso en alerta y salí un momento de la autopista. Paré el coche, salí fuera del coche a que me diera el aire y no notaba más que un poco raro el cuerpo. Pasada una media hora, decidí meterme en el coche y sin prisas volví al trabajo con mucho respeto, no miedo, entonces iba con respeto, por si me volvía a suceder lo mismo. Ahí empezó todo. Es normal, que uno de mis miedos sea el inicial que tuve y que todo lo relacionado con autopistas, ir solo, etc... siga siendo un problema.

Después de eso empezó una odisea horrible que me acabó apostrando en casa poco a poco. De lo que había entonces a lo que hay ahora, me alegro de que muchas cosas no me den miedo ya, pero hay cosas que aun hay que pulir. Costarán, pero seguro que saldrán poco a poco.

Quería decirlo.