sábado, 19 de marzo de 2011

No quiero... pero pasa :-(

Hace días que no meto entradas en este blog. Me pregunto porqué será, y creo que no quiero aceptar algo que no quiero tener pero que, desgraciadamente, tengo.

Ayer pasé un día muy raro en el trabajo. Durante toda la mañana tenía la sensación de que no tenía fuerza e las piernas. Que cuando me levantaba estaba como ligeramente borracho. Típica sensación de la ansiedad, pero intenté pasar de ella. Lo primero que me pasó en la cabeza era el trayecto del trabajo a casa, pero otra parte de mi ser me decía, no pasará nada.

Cuando llegó la hora, cogí rápidamente y me largué del curro. Miento, cinco antes minutos de mi hora ya me fuí. Me puse la música a tope y empecé a cantar tan fuerte que me quedaba sin respiración. Digamos, que me estaba poniendo nervioso sin darme cuenta. Dudé si coger la autopista o irme por el camino tradicional, aquel que cojo cuando estoy muy ansioso/nervioso, pero decidí ser valiente y coger la autopista. Entré en la autovía y empecé a notar que perdía el conocimiento (la sensacion) que todo se me entumecía, el corazón empezó a correr una maratón sin moverme del coche. Pensé: paro un momento a que me tranquilice, pero tengo otra parte de mí, que no me deja vivir en miedo y me decía "un poco más, sigue un poco más y luego paramos". La sensación seguía y empezaba a notar la cabeza como "ida", al girar la curva, por culpa de un coche de autoescuela, estábamos todos parados. Respiré hondo, intenté hacer los ejercicios de respiración y a activar el estado de relajación que me enseñaron en psicología, pero no estaba para esas labores. Digamos que tenía que tirar la toalla y decir a todo el mundo a viva voz : "soy un ansioso de la vida". Logré entrar en la autopista finalmente con menos ansiedad pero con el pie que me temblaba de los nervios que cogí. Pensé que si me tenía que pasar algo (un accidente) que me pasara ya y acabáramos con todo. Pero el problema es que ni pierdo el control y al final los nervios van desapareciendo lentamente. 
Salí de la autopista y decidí parar para relajarme un poco. Ya estaba en mi ciudad. Pero como siempre, no pude parar y decidí seguir por otro camino alternativo hasta casa. Allí pensé en dejar el coche aparcado y pensar en lo sucedido, gritar, llorar o lo que hiciera falta. Pero como si otra persona en mi ser se tratara, me bajé y me dirigí a mi casa, donde me puse a hacer la cena de esa noche y la comida para el momento. Ni siquiera paré para reflexionar, estudiar o llorar el problema. Seguí mi vida sin mirar atrás.

Sentí en ese momento que todo se desmorona ya y no hay más que decir a la gente que sufro de esto y no esconderme de nadie. Pero eso sería un paso atrás porque con la excusa de que no me encuentro bien, dejaré de hacer cosas. De esta manera, como los demás no lo saben, aunque lo pase mal, yo sigo intentando lo que puedo.

Por la noche tuve una cena. Tenía que volver a hacer el mismo recorrido. Al ir a la cena, decidí hacer el camino alternativo. Quería llegar sin nervios al sitio. Llegué y ningún problema. Al plantear la vuelta era un dilema: si por la noche soy más sensible a la ansiedad, imagina si vuelvo a pasar por el mismo sitio que por la mañana, pero por la noche". Por lo tanto la decisión era irme por el sitio "seguro". Cuando me acercaba a la bifurcación, mi otro YO giró el volante y me metió en el camino peligroso. Ya no había marcha atrás. Había hecho una salvajada. Pero sólo me quedaba activar todos los planes de relajación y una cosa muy importante para mi sanación, no ejecutar la acción de la "evitación" si no al contrario, tratar de no evitar las cosas. Pasó bien, sin problema. Pasé por el mismo sitio a oscuras sin apenas visión y me puse un pelín nervioso, pero ahí quedó la cosa. La entrada a la autopista fue sin problemas y salí de ellas sin más.

No se trata esta historia de una superación. He conseguido no evitar "algo" pero no considero que esto sea una superación. Aun me queda mucho por recorrer, pero mucho. Pero una cosa me di cuenta, no me voy a acojonar por nada y voy a intentar seguir adelante y pasar por el mismo sitio que me produce estos nervios.

Hace ya muchos años que no voy solo por la autopista hacia la gran ciudad y eso se tiene que eliminar como sea. Recuerdo que dije en este blog, en la primera entrada que iría explicando como empezó todo y las cosas que me llegaron a pasar. Ahora no tengo mucho tiempo, pero en verano, voy a intentar conseguir escribir por capítulos todo el comienzo. Por ahora decir, que el primer pequeño ataque de ansiedad me lo produje yo mismo en un trayecto de autopista hace ya 10 años. Siempre he ido solo de un lado a otro y nunca he tenido ningún problema. Un día tuve que bajar a la gran ciudad por trabajo y cogí el coche de la empresa. Siempre me ha gustado correr con el coche y aproveché cuando volvía de la gran ciudad al trabajo para correr bastante (si me ponían la multa, se la ponían al coche de la empresa, jeje) y creo que esa fue la última vez. A mitad de camino, se me pasó por la cabeza una pregunta que me marcó: "anda que si me pasa algo aquí lejos" Entonces noté un ligero mareo que me puso en alerta y salí un momento de la autopista. Paré el coche, salí fuera del coche a que me diera el aire y no notaba más que un poco raro el cuerpo. Pasada una media hora, decidí meterme en el coche y sin prisas volví al trabajo con mucho respeto, no miedo, entonces iba con respeto, por si me volvía a suceder lo mismo. Ahí empezó todo. Es normal, que uno de mis miedos sea el inicial que tuve y que todo lo relacionado con autopistas, ir solo, etc... siga siendo un problema.

Después de eso empezó una odisea horrible que me acabó apostrando en casa poco a poco. De lo que había entonces a lo que hay ahora, me alegro de que muchas cosas no me den miedo ya, pero hay cosas que aun hay que pulir. Costarán, pero seguro que saldrán poco a poco.

Quería decirlo.

2 comentarios:

  1. Ostras tío, me has dejado pasmado. Bueno, primero, me he alegrado al ver nueva entrada en este blog, has tardado en volver a escribir, pero esta vez te has explayado bien, jeje.

    Lo de pasmado es por lo que cuentas, no me imaginaba que todavía te ocurriera esto. Pero veo que siempre afrontas, evitas evitar y eso está bien. Yo si lo veo como una superación, porque si consigues evitar algo que no deberías o que tú no quieres realmente evitar, eso es una superación, si señor.

    La verdad es que cuando he empezado a leer, he pensado: “ostras, que mal, vaya mal rollo”. Te he visto bastante mal, pero mi impresión final es que has hecho frente, así que anímate. Y sigue escribiendo por aquí antes del verano, aunque sea poco.

    Nos vemos en el msn chavalín; menos mal que no hay que coger la autopista para ir, jajá Un poco de humor irónico para tranquilizar. Yo no podría ni llevar el coche por las calles de mi pueblo (mejor, por el bien de la seguridad vial).

    Take care.......see you! ■ ■ ■

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  2. joer, me he quedado de piedra cuando te he leido.
    Quiero decirte que no eres el unico, yo he cogido miedo a mi moto y no lo entiendo.
    yo iba con ella al curro, luego para pasearme o salir pues no, pero para ir al curro y volver me venia divinamente.....ahora la tengo aparcada y no hago mas que mirarmela y mirarmela y pienso:"¿que coño miras? montate y ya esta¡¡¡¡ pero lo voy dejando y dejando.
    Se que lo tengo que hacer, que debo hacerlo porque me da mucha autonomia y aqui el transporte publico es una caca....pero aun tengo que esperar a tener las fuerzas que ahora mismo me faltan.
    vamos a ver si poco a poco salimos de este merdal...........

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