miércoles, 12 de octubre de 2011

Lunes...

En la anterior entrada hablaba, entre otras cosas, sobre:

"....Días atrás un conocido preplaya comentó el dedicar 10 minutos por la mañana para plasmar las cosas en un escrito que ibas a hacer durante el día y otros 10 minutos al final para comprobar qué has conseguido y lo que ha quedado en el tintero, el porqué se ha quedado ahí y posibles soluciones. Me pareció algo increíble para llevar a cabo y me gustaría llevarlo a cabo. Como todo, intentaremos llevarlo adelante. Como todo, veremos cuantas veces publico algo relacionado con este asunto... :-(  ....."

Como vereis, se quedó ahí en el tintero, pues hoy he decidido saludar, simplemente y mi sorpresa me la he llevado cuando en "borrador" tenía ya la entrada preparada con ese nombre "Lunes..." para que pusiera mis metas y los logros de ese día. Como en todo lo que hago, se quedó en eso, en el titulo de una entrada que jamás tuvo su minuto de gloria.

La vida continua y todo lo que tenía que hacer, no se ha hecho. El tiempo pasa y todo está ahí, a días bien, a días mal. Más mal que bien, pero quiero ser positivo y lo seré. Vamos a dejarlo en fifty-fifty. Y así soy un poco más feliz, hoy.

El libro que tenía que leer y que tenía que hacer un resumen, síntesis o al menos dedicarle una buena entrada en este blog, sigue ahí, en el mismo sitio donde lo dejé. Muchas veces, me pregunto a mí mismo, porqué no hago lo que tengo que hacer para mejorar, ¿será que no quiero? Necesito hacer meditación. Se que es una cosa que me ayudará bastante pero no encuentro un sitio donde poder practicarla. Bueno, encontrar, sí que la que encontré, pero una lista de espera tan grande, que podrían hacer cuatro talleres más para poder entrar en algún curso, por lo menos.

He cambiado el aspecto del blog. Sólo ha sido un botón y está prefabricado, no está diseñado por mi como lo estaba el anterior diseño. Pienso que está bien, pero no tiene un sello de identidad propio como lo tenía el otro. En fin... que espero trabajar este blog diario, pero me cuesta, no se porqué, pero me cuesta. El día que me aclare porqué no le dedico de mi tiempo, os lo diré, de momento, no lo sé ni yo mismo.

Saludos a todos/as!!

lunes, 1 de agosto de 2011

No sirvo para esto...

Madre mía!! Dos meses han pasado desde la última entrada. Escribir en este blog es casi como ir al psicólogo, o al menos en mi caso. Me explico: dejé de ir porque, aparte de la economía, pues porque lo único que hacía era ponerme en situaciones alarmantes para mi y pensé que eso, lo podía hacer yo. Mi primer fallo. Como siempre, llevo un fallo de fábrica y el más importante, que ante un problema, pienso que lo puedo afrontar sin problema.


También influye mucho la constancia y el ambiente que necesito para tirar adelante con este blog. Constancia porque casi nunca me acuerdo de que existe excepto por la noche justo antes de acostarme. Entonces, como cada noche, pienso: me iré a dormir, pensaré como enfocar la entrada y mañana me pongo en un momento. Claro, y así hago todos los días la entrada? noooo, el pensar eso cada día. Y se queda en eso, en pensar en hacer.


Es normal que este blog que sea más personal, mi más yo interno con todos sus problemas sea más difícil que hacer uno más cachondo como el otro, con sus ideas y sus tonterías varias para pasar un buen rato. Cuando llega el momento de ponerse serio y afrontar la más triste de mi realidad, como en todo, salgo huyendo. Pero no. Voy a perseverar y a intentar no hundir este barco que va a medio camino de la felicidad que, aunque la ve muy lejana según el día que tiene uno, algún día se que la conseguiré. Porque si hay algo que llamamos virtud y no me falta, es el de conseguir cualquier reto que se me ponga delante, aunque ese reto lleve ya 10 años enfrentándose a mi, o yo a él, según se mire.


Días atrás un conocido preplaya comentó el dedicar 10 minutos por la mañana para plasmar las cosas en un escrito que ibas a hacer durante el día y otros 10 minutos al final para comprobar qué has conseguido y lo que ha quedado en el tintero, el porqué se ha quedado ahí y posibles soluciones. Me pareció algo increíble para llevar a cabo y me gustaría llevarlo a cabo. Como todo, intentaremos llevarlo adelante. Como todo, veremos cuantas veces publico algo relacionado con este asunto...   :-(


Otro personaje vinculado al preplaya comentó que muchas ideas se quedan en la cabeza y no acaban saliendo jamás de ahí. Eso es cierto. Siempre intentas plasmar lo que piensas pero siempre vigilando la ortografía, la estructura, etc. y al final, no queda como tiene que quedar. Hay que soltarse el pelo y escribir y escribir. Luego repasar lo más básico y, en su caso, corregir lo que se pueda pero dejar la esencia de ese escrito que ha salido desde el interior de uno mismo.


 Bueno, por hoy lo vamos a dejar aquí pero tengo en mente ya la siguiente entrada, y eso es bueno. Intentaré que no se quede en la mente y salga a la luz.


Nos leemos!

viernes, 3 de junio de 2011

El regreso. Segunda parte "Semana no tan santa..."

En el anterior post os pedí que me desearais suerte, ¿porqué? pues porque tenía un reto que asumir. Os explico.

Domingo teníamos que desplazarnos para un evento familiar a unos cuantos kilómetros que distan de mi ciudad del destino. Como la autopista, de momento, está en standby, la única alternativa que me quedaba era la nacional. La nacional es más relajada porque no coges tanta velocidad y además paras, hay semáforos, diferentes velocidades, etc. Aún así, es algo que me pone nervioso porque tienes que estar alerta y porque los síntomas que corren por mi mente son muy variados.
Hay que destacar que tampoco era un evento que especialmente fuera atractivo, pero se tenía que cumplir.
Unos días antes, mi sorpresa más grande y la cual me produce una terrible sensación es que, precisamente ese día, estará cortada la Nacional. No me lo podía creer. Busqué por internet y efectivamente, sólo cortaban una vez al año la nacional, y ese día, la necesitaba yo. No se si os podeis hacer una idea del mal cuerpo que se me puso cuando la única alternativa relajante para mí se esfumaba.... Horrible. Me tranquilicé y me leí el libro del cual os hablé en la primera parte para ver si conseguía relajarme y poder aguantar el chaparrón. Está claro que tenía dos tristes opciones: o armarme de valor y llevar el coche o pedir a mi mujer que lo cogiera ella con todo lo que eso conllevaba.

En fin, que los días pasaron y domingo llegó. Intenté dormir bien, no pensar, relajarme, etc. pero lo conseguí a medias. Domingo me levanté y me duché, me afeité e intenté no pensar en nada relacionado con el viaje. Mucho antes de la hora prevista ya estábamos listo y tomamos la decisión de irnos ya. Pensé que sería lo mejor, mientras antes mejor. Coger el coche y para adelante. Entré en autopista y tiré millas. En el libro que estoy leyendo comenta que cuando has hecho frente a una sensación y la has derrotado, viene otra más potente que te pone a prueba. Los primeros minutos fueron buenos, digamos cinco como mucho. Pasados esos cinco minutos el corazón ya empezó a latir demasiado fuerte. Lo notaba casi por debajo de mi clavícula. Aproveché para comentar y hablar para distraerme. Lo conseguí. Llegamos al peaje. Paramos (es lo que me relaja, un paro).  Volvemos a reiniciar el trayecto, estamos casi en la mitad, estamos en el ecuador del viaje (por la autopista). Hay un sensación que se le llama despersonificación otra que es irrealidad y tomé un cóctel de las dos. Por suerte llegó la salida a tomar y enganchamos por la parte de la nacional qu eno estaba tomada y que nos llevaba a nuestro destino. Habían pasado 20 minutos y, aunque parezca mentira, me parecieron diez. Se me hizo corto el trayecto. Pasó bien el trayecto y pude estar bien en destino. Luego quedaba la vuelta.

En la vuelta, la nacional ya estaba abierta y la tomé tal cual. Me arrepentí porque iba cargada de coches y tardamos mucho en llegar a casa. Pero necesitaba estar más relajado. No se si lo llegue a estar porque me cabreé más por no tener pelotas de coger la autopista y en la mitad del tiempo estar en casa. Para colmo los niños estaban revoltosos y no veas el viajecito que nos dieron. En fin, que llegué a casa, sano y salvo (como siempre) con todos los planteamientos que con ello conlleva pero que sigo sin acabar de ver claro.

La segunda parte de las semanas que he estado fuera del blog ha sido por culpa de estudios, exámenes, etc.
Por unos días pensé lo curioso de ser un ansioso como soy y la presión de tantos exámenes como he tenido. No entiendo como no he caído en redondo por tanta presión. Como bien decía Eleco en un comentario, alejarse de casa es estar en permanente alerta que te acaba dejando KO. Pues lo mismo con exámenes, tanto nervio no es bueno.  En uno de los exa´menes que tenía (uno que me jodió vivo) me tuvo tan tenso, tanto, que me apareció un dolor bestial en la columna vertebral que me duró hasta que llegué a casa. Luego me compré algo de chocolate y todo se me pasó (mejor que un ibuprofeno, jeje).

Ahora, más relajado (aunque aún no he acabado) estoy intentando poner los nervios en su sitio, aunque es difícil, para que negarlo.

sábado, 28 de mayo de 2011

El regreso. Primera parte: "Semana Santa"

Atendiendo a petició de maique, lo haré por partes, si no, no empezaré nunca esta entrada.

Todo este silencio, como ya dije, no es debido a ningún problema. Más bien he estado bastante ocupado con exámenes. Aún no acabé, pero el que me queda me deja tiempo libre para dedicar unas palabras a este blog.

Para empezar os diré, tal y como alguna vez ya había comentado, el exponer aquí todo mi interior provocó en mi ser el mismo efecto como cuando empiezas a tomar un ansiolitico: los primeros días son horribles, como de ir hacia atrás, luego mejoró la situación. Pero ese aspecto me hizo pensar en que días después yo tenía que irme de viaje unos cuantos kilómetros lejos de casa. Eso me hizo separarme del blog, pensando que de esta manera, desaparecerían esos síntomas tan fuertes y no salieran, de momento, más a flote.

Por suerte, descubrí un libro que me está ayudando mucho de una persona que ha pasado exactamente por lo mismo que pasé, paso y seguramente pasaré durante un tiempo más. Con suerte, puede que acabe como él, recuperado y escribiendo también todo mi proceso con la única diferencia que él fue escribiendo todo su recorrido y yo sólo lo tengo en mi memoria, algún e-mail y al menos, tengo toda la documentación de este blog. En otra entrada os hablaré de este libro detalladamente porque no tiene desperdicio. Pues gracias a este libro, hice todo lo posible para imprimirmélo y llévarmelo conmigo de viaje. Lo encontraba imprescidible, era como llevar un ansiolítico encima. Dos días antes de irme de viaje empecé a leérmelo y me fue bien, bastante bien. Luego en el viaje y en mi estancia en mi destino no lo lllegué a coger.

En destino estuve bien, sin problemas y el viaje de ida fue tranquilo, bastante tranquilo. Por suerte íbamos durmiendo en tren y claro, de esta manera se hace más corto el sufrimiento. Pero para una persona que sufre allá por donde va, estar metido en un habitáculo pequeño y que sabes que está en marcha y alejándose de tu casa, tu sitio seguro, para como lo llevé, no me puedo quejar. Como he dicho antes, la estancia allí estuvo bien. Hizo muy mal tiempo, por lo tanto estuvimos mucho tiempo en casa, porque fuera llovía y granizaba. El día de vuelta, en el coche hacia la estación para coger el tren de vuelta a casa, tuve una de esas sensaciones de "despersonalización" o "irrealidad" (bien, bien... no las se distinguir). Supongo que era de noche, pasadas las doce y, la verdad, parecía que en vez de ir en coche iba flotando por las nubes y todo se movía arriba y abajo. Aquí me preocupé y, para que os voy a engañar, me acojoné. A los pocos minutos tenía que estar otra vez en un tren metido durante 9 horas. Pero yo creo que fue más bien el perder el tren, me preocupaba el hecho de no tener más trenes disponibles para volver a casa y lo que pudiera pasar, porque una vez bajé del coche, ya estaba en la estación, faltaba media hora para que llegara nuestro tren, pero sorprendentemente ya estaba en el andén me hizo tranquilizar de golpe. Supongo que "todo estaba bien, en su sitio". Montamos en el tren, nos despedimos de los familiares y una vez dentro reinó la calma. Me puse a jugar a la consola hasta pasadas la una, casi tocando las dos. Dormí bastante bien, tratándose de un tren y me desperté a poco de llegar a la estación de sants. El trayecto fue bueno, muy bueno.

El viaje acabó. Llegamos a casa. A salvo, como digo siempre. Se pasó bien, pero estás en constante alerta y cansa mucho. A veces piensas si vale la pena tanta alerta, tanto seguimiento de tus sensaciones: palpitaciones, dolores, mareos, etc... La vuelta a casa con la fiesta de final de semana santa fue bien. Cuando has pasado por ese momento malo todo lo ves como un éxito, no pasa nada, todo sigue igual... pero cuando llega la hora de que venga otro... no tienes ganas otra vez de estar alerta, vigilando las sensaciones, comiéndote el coco...

Sigo leyendo el libro del cual os hablaré en un futuro y me queda un poco. Ayuda bastante y estoy por que alguien (entendido en el tema) me asesore de más libros que me puedan ayudar a seguir adelante. A pasar por fin al último tramo y pasar o, mejor dicho, volver a ser la persona que era antes de...

En la segunda parte (que imagino, será más corta) os explicaré todo este tiempo desde la llegada hasta que haya pasado mañana lo que he vivido, las sensaciones y las evitaciones y las NO evitaciones, que han sido bastantes.... espero acordarme de todo. Desearme suerte, porque mañana la voy a necesitar.

Un abrazo a todos.

domingo, 15 de mayo de 2011

En espera de acabar...

Pensaba durante esta semana crear una entrada para este blog explicando el porqué de esta ausencia. Antes de irme de semana santa no entré, ni tampoco después. ¿Motivo? exámenes. He estado estudiando, he estado de exámenes y pensaba que tendría tiempo para escribir una entrada que tenía en la mente con unas cosas que me han pasado durante todos estos días. Pero como siempre, lo he dejado todo para última hora y no es bueno estudiar intensamente en dos semanas porque te quema por dentro, por fuera y por todos lados. Total, que tengo que repetir algún examen que otro en recuperación y me veo otra vez estudiando para poder aprobar los exámenes que tengo la semana siguiente. A partir de entonces, tendré una entrada que crear con un montón de sensaciones que he vivido. A parte de un libro que me bajé muy interesante y el cual quiero comentar.
Pues eso, que estoy liadillo y espero poder decir la mía en breve.
Saludos.

sábado, 9 de abril de 2011

Valoración de la semana

Ya casi se acaba esta semana, semana chunga.. y bastante. He podido pasar olímpicamente como siempre paso y no acabo de darme cuenta de que todo lo que genera mi mente es eso, una ansiedad que no llega nunca a nada.

Pienso que el domingo me dio la ansiedad por un posible viaje que tengo que realizar en semana santa o por el tema de padres e hijos... qué se yo!! la cuestión es que viene y le gusta hacerme compañía pero, yo no quiero que esté conmigo. Me tengo que deshacer de ella, cueste lo que cueste.

Trabajando ha sido durillo con momentos de mareos y sobretodo los oídos muy tapados, pero eso ha contribuido la dichosa alergia que está a punto de florecer como cada año. El año pasado me puse hasta el culo de roibhos - o como se escriba - que es te rojo pero sin teína. Por suerte me gustan todo tipo de infusiones y esta, por ser de lo mejorcito en nada de efectos secundarios, pues ya me direis! me la tomo que da gusto. Dicen qeu es buena para la alergia, para animar a una persona depresiva, ansiedad,   a parte de muchas otras indicaciones muy buenas. A mi, personalmente, me funcionó el año pasado. O llamésmole coincidencia, pero al menos, la alergia fue bastaaante leve, casi ni la noté. Pues eso, que como cada año, oídos tapados con esa sensación de inestabilidad se sumó a la ansiedad que empecé a padecer.

TAmbién he ido hoy al médico y, de momento, el glaucoma queda descartado. Tengo una cavidad mas grande de lo normal, pero seguramente sea de nacimiento. Eso hace que te encuentres mejor. He salido a la calle, he paseado y he ido de compras. Total, 4 horas de pingoneo, como digo yo. ¿¿Síntomas de ansiedad?? pues claro, para que os voy a engañar, pero no les he puesto en preferente, más bien en clase turista tirando a oferta y de la barata. He seguido comprando y disfrutando de mi libertad. Esa libertad que tanto anhelo.

Quiero aprovechar también para agradecer a un tal electroduende que se ha incorporado como seguidor porque me ha aportado unas webs, dos para ser exactos, que me vinieron muy bien en el mejor momento, o mejor dicho, en mi peor momento. Ver esas webs(de ansiedad) fue la carga de baterías que necesitaba. Me tranquilizaron mucho cuando las vi y voy a decidir a hablar con estas personas que con la boca tan abierta le han podido decir adiós a la ansiedad. No os voy a negar que me generan mucha envidia, pero a ver si su fuerza de voluntad se me contagia.

Maique, jugar contra tí es muy fácil... más difícil sería competir con mi hijo, que los niños de hoy en día, pegan fuerte. Pero al menos me distraigo bastante. Siempre he sido una persona constante en el sentido de que algún día encontraría a alguien ,cibernéticamente hablando, pero en todo este tiempo navegando por la red no he encontrado a gente con quien tener constancia, que no se pierdan en el segundo mail, comentario, etc... siempre se perdían. Cuando ves que todo va bien , zas!! desaparecen, en fin.. así es la vida... pero erre que erre, intentando seguir buscando y zas... al final, gente con la que poder compartir, tanto lo bueno como lo malo. Maique y yo estamos en nuestro primer aniversario. Ya hace un año que estamos ahí, día a día, con nuestras penas, nuestras locuras o nuestras conversaciones besugas (de ahí el nombre del blog). Luego los que llamo los bloggeros/as con los que nos desahogamos, que soltamos nuestros pensamientos. Uy, que sentimental me estoy poniendo. Vamos a dejarlo que si no...  ;-)  total, que me alegra de que todos esteis por ahí, detrás de mi pantalla, como digo yo!!

Conclusión, que ha sido semana chunga, que la que empieza puede ser un poco de altibajos, porque el viaje me puede poner un poco en alerta, pero que voy a intentar buscar todos los mecanismos necesarios para ir eliminando la ansiedad extrema para esta semana y la que viene y que la próxima entrada en el blog sera bastante positiva.

He dicho.

Publicado esta entrada, he recordado una historia que tenía guardada de una revista en la cual un tío explicaba su primer ataque de ansiedad. La he encontrado y quería compartirla con vosotros, a partir de ahí, empecé a entender un poco qué me estaba pasando, espero que se pueda leer bien.


lunes, 4 de abril de 2011

Ayer se nubló...

Domingo fue un día que empezó bien, normal. Me puse a hacer la comida porque teníamos invitados y me quedé solo en casa. Cuando lo tenía todo un poco medio listo, me afeité, duché acabé la comida y comimos. Todo salió bien. Comida me salió muy buena. Charlemos y sobretodo la separación: padre e hijos...Todo normal, todo bien.

Después de cenar, no sabía donde dejar el huevo, si sentarme en el sofá, si hablar un rato... total que empecé a encontrarme mal. No daré detalles: ataque de ansiedad, leve, pero un ataque. No me quería sentar porque quería luchar contra él pero me sentía muy mal. ¿El porqué de mi ataque? nu se.... a lo mejor tema que me obsesiona, la preocupación de que todo salga bien con la comida (posiblemente: ansiedad=obsesión de que todo está controlado y que sale bien...), también bebí mucha coca-cola, casi un litro, postre de chocolate ( que dice, excitan) Nu se. Pensé que chateando con Maique un rato, me distraería y se me pasaría. Bueno, se pasó gracias a un juego que estuvimos jugando pero seguía ahí, latente, los nervios, las palpitaciones. Claro, que pasa... todo el domingo en casa y al día siguiente toca curro, coger coche, llevar niños al colegio, etc..
Me fuí a dormir con la esperanza de que todo se iría y que dormiría como un lirón. Tardé un poco, no mucho, pero lo conseguí. Me desperté más temparano de lo normal y ya no pude dormirme más. Me levanté y pude hacer todo lo de los lunes: camas, desayuno niños, vestirlos, y llevarlos al cole. Aquí fue un poco más duro. Iba bien en el coche, pero poco antes de llegar al colegio del niño ya empecé a notar que me ponía más nervioso de lo normal. Salimos del coche y nos fuimos a la puerta. Allí lo dejé y me puse a hablar con una profe y un padre. Al salir por la puerta dirección al coche ya me temblaban las piernas y era horrible. Tomé la decisión de irme por el camino fácil porque no iba a ser capaz de controlar la ansiedad de la autopista. Aún así, el camino fàcil, se hizo difícil. A veces pienso que el control de la ansiedad no lo quiero controlar, se y puedo, pero no lo quiero controlar. Me plantee no ir a trabajar porque era muy fuerte la ansiedad que tenía. Recordaba la pregunta de mi psicólogo cuando se montaba conmigo en el coche: ¿qué nivel de ansiedad tienes ahora? Pero no podía ir por lo más fácil, yo lo llevo todo por lo difícil. Por lo tanto, decidí actuar y poner en práctica todo lo aprendido con mi psico: control de la respiración, músculos y evitar malos pensamientos. En esos momentos, es muy duro, pero puedo decir que conseguí estancar la ansiedad y en algún momento del trayecto, encontrarme bien.

En el trabajo era momento de la prueba de fuego, aguantar del tirón. No me engañaré a mí mismo y decir que me ha costado horrores. Es imposible mantener la calma de una estabilidad cuando tu silla es giratoria y siempre se está moviendo, pero he podido ir tirando de tal manera que a media mañana estaba tranquilo, normal. Entonces hago valoración para darme cuenta yo mismo que ya ha pasado, que por fin pasó.
No se qué me pasa, pero esto está saliendo mucho ultimamente y una de dos, o puedo con la ansiedad o ella podrá conmigo y entonces se habrá acabado todo.

Tocaba volver a casa y con todo lo que he pasado hoy, era mejor irme por el sitio tranquilo y no arriesgarme a ir por la autopista. Pero este tozudo, ha cogido la autopista. Vuelvo a decir lo mismo que el otro día, un día con sol, es un día para luchar sin problemas. Mientras no llueva... Todo ha ido bien, ningún problema, pero creo que debería volver a mi psico, porque para atrás.. no quiero ir!