miércoles, 12 de octubre de 2011

Lunes...

En la anterior entrada hablaba, entre otras cosas, sobre:

"....Días atrás un conocido preplaya comentó el dedicar 10 minutos por la mañana para plasmar las cosas en un escrito que ibas a hacer durante el día y otros 10 minutos al final para comprobar qué has conseguido y lo que ha quedado en el tintero, el porqué se ha quedado ahí y posibles soluciones. Me pareció algo increíble para llevar a cabo y me gustaría llevarlo a cabo. Como todo, intentaremos llevarlo adelante. Como todo, veremos cuantas veces publico algo relacionado con este asunto... :-(  ....."

Como vereis, se quedó ahí en el tintero, pues hoy he decidido saludar, simplemente y mi sorpresa me la he llevado cuando en "borrador" tenía ya la entrada preparada con ese nombre "Lunes..." para que pusiera mis metas y los logros de ese día. Como en todo lo que hago, se quedó en eso, en el titulo de una entrada que jamás tuvo su minuto de gloria.

La vida continua y todo lo que tenía que hacer, no se ha hecho. El tiempo pasa y todo está ahí, a días bien, a días mal. Más mal que bien, pero quiero ser positivo y lo seré. Vamos a dejarlo en fifty-fifty. Y así soy un poco más feliz, hoy.

El libro que tenía que leer y que tenía que hacer un resumen, síntesis o al menos dedicarle una buena entrada en este blog, sigue ahí, en el mismo sitio donde lo dejé. Muchas veces, me pregunto a mí mismo, porqué no hago lo que tengo que hacer para mejorar, ¿será que no quiero? Necesito hacer meditación. Se que es una cosa que me ayudará bastante pero no encuentro un sitio donde poder practicarla. Bueno, encontrar, sí que la que encontré, pero una lista de espera tan grande, que podrían hacer cuatro talleres más para poder entrar en algún curso, por lo menos.

He cambiado el aspecto del blog. Sólo ha sido un botón y está prefabricado, no está diseñado por mi como lo estaba el anterior diseño. Pienso que está bien, pero no tiene un sello de identidad propio como lo tenía el otro. En fin... que espero trabajar este blog diario, pero me cuesta, no se porqué, pero me cuesta. El día que me aclare porqué no le dedico de mi tiempo, os lo diré, de momento, no lo sé ni yo mismo.

Saludos a todos/as!!

lunes, 1 de agosto de 2011

No sirvo para esto...

Madre mía!! Dos meses han pasado desde la última entrada. Escribir en este blog es casi como ir al psicólogo, o al menos en mi caso. Me explico: dejé de ir porque, aparte de la economía, pues porque lo único que hacía era ponerme en situaciones alarmantes para mi y pensé que eso, lo podía hacer yo. Mi primer fallo. Como siempre, llevo un fallo de fábrica y el más importante, que ante un problema, pienso que lo puedo afrontar sin problema.


También influye mucho la constancia y el ambiente que necesito para tirar adelante con este blog. Constancia porque casi nunca me acuerdo de que existe excepto por la noche justo antes de acostarme. Entonces, como cada noche, pienso: me iré a dormir, pensaré como enfocar la entrada y mañana me pongo en un momento. Claro, y así hago todos los días la entrada? noooo, el pensar eso cada día. Y se queda en eso, en pensar en hacer.


Es normal que este blog que sea más personal, mi más yo interno con todos sus problemas sea más difícil que hacer uno más cachondo como el otro, con sus ideas y sus tonterías varias para pasar un buen rato. Cuando llega el momento de ponerse serio y afrontar la más triste de mi realidad, como en todo, salgo huyendo. Pero no. Voy a perseverar y a intentar no hundir este barco que va a medio camino de la felicidad que, aunque la ve muy lejana según el día que tiene uno, algún día se que la conseguiré. Porque si hay algo que llamamos virtud y no me falta, es el de conseguir cualquier reto que se me ponga delante, aunque ese reto lleve ya 10 años enfrentándose a mi, o yo a él, según se mire.


Días atrás un conocido preplaya comentó el dedicar 10 minutos por la mañana para plasmar las cosas en un escrito que ibas a hacer durante el día y otros 10 minutos al final para comprobar qué has conseguido y lo que ha quedado en el tintero, el porqué se ha quedado ahí y posibles soluciones. Me pareció algo increíble para llevar a cabo y me gustaría llevarlo a cabo. Como todo, intentaremos llevarlo adelante. Como todo, veremos cuantas veces publico algo relacionado con este asunto...   :-(


Otro personaje vinculado al preplaya comentó que muchas ideas se quedan en la cabeza y no acaban saliendo jamás de ahí. Eso es cierto. Siempre intentas plasmar lo que piensas pero siempre vigilando la ortografía, la estructura, etc. y al final, no queda como tiene que quedar. Hay que soltarse el pelo y escribir y escribir. Luego repasar lo más básico y, en su caso, corregir lo que se pueda pero dejar la esencia de ese escrito que ha salido desde el interior de uno mismo.


 Bueno, por hoy lo vamos a dejar aquí pero tengo en mente ya la siguiente entrada, y eso es bueno. Intentaré que no se quede en la mente y salga a la luz.


Nos leemos!

viernes, 3 de junio de 2011

El regreso. Segunda parte "Semana no tan santa..."

En el anterior post os pedí que me desearais suerte, ¿porqué? pues porque tenía un reto que asumir. Os explico.

Domingo teníamos que desplazarnos para un evento familiar a unos cuantos kilómetros que distan de mi ciudad del destino. Como la autopista, de momento, está en standby, la única alternativa que me quedaba era la nacional. La nacional es más relajada porque no coges tanta velocidad y además paras, hay semáforos, diferentes velocidades, etc. Aún así, es algo que me pone nervioso porque tienes que estar alerta y porque los síntomas que corren por mi mente son muy variados.
Hay que destacar que tampoco era un evento que especialmente fuera atractivo, pero se tenía que cumplir.
Unos días antes, mi sorpresa más grande y la cual me produce una terrible sensación es que, precisamente ese día, estará cortada la Nacional. No me lo podía creer. Busqué por internet y efectivamente, sólo cortaban una vez al año la nacional, y ese día, la necesitaba yo. No se si os podeis hacer una idea del mal cuerpo que se me puso cuando la única alternativa relajante para mí se esfumaba.... Horrible. Me tranquilicé y me leí el libro del cual os hablé en la primera parte para ver si conseguía relajarme y poder aguantar el chaparrón. Está claro que tenía dos tristes opciones: o armarme de valor y llevar el coche o pedir a mi mujer que lo cogiera ella con todo lo que eso conllevaba.

En fin, que los días pasaron y domingo llegó. Intenté dormir bien, no pensar, relajarme, etc. pero lo conseguí a medias. Domingo me levanté y me duché, me afeité e intenté no pensar en nada relacionado con el viaje. Mucho antes de la hora prevista ya estábamos listo y tomamos la decisión de irnos ya. Pensé que sería lo mejor, mientras antes mejor. Coger el coche y para adelante. Entré en autopista y tiré millas. En el libro que estoy leyendo comenta que cuando has hecho frente a una sensación y la has derrotado, viene otra más potente que te pone a prueba. Los primeros minutos fueron buenos, digamos cinco como mucho. Pasados esos cinco minutos el corazón ya empezó a latir demasiado fuerte. Lo notaba casi por debajo de mi clavícula. Aproveché para comentar y hablar para distraerme. Lo conseguí. Llegamos al peaje. Paramos (es lo que me relaja, un paro).  Volvemos a reiniciar el trayecto, estamos casi en la mitad, estamos en el ecuador del viaje (por la autopista). Hay un sensación que se le llama despersonificación otra que es irrealidad y tomé un cóctel de las dos. Por suerte llegó la salida a tomar y enganchamos por la parte de la nacional qu eno estaba tomada y que nos llevaba a nuestro destino. Habían pasado 20 minutos y, aunque parezca mentira, me parecieron diez. Se me hizo corto el trayecto. Pasó bien el trayecto y pude estar bien en destino. Luego quedaba la vuelta.

En la vuelta, la nacional ya estaba abierta y la tomé tal cual. Me arrepentí porque iba cargada de coches y tardamos mucho en llegar a casa. Pero necesitaba estar más relajado. No se si lo llegue a estar porque me cabreé más por no tener pelotas de coger la autopista y en la mitad del tiempo estar en casa. Para colmo los niños estaban revoltosos y no veas el viajecito que nos dieron. En fin, que llegué a casa, sano y salvo (como siempre) con todos los planteamientos que con ello conlleva pero que sigo sin acabar de ver claro.

La segunda parte de las semanas que he estado fuera del blog ha sido por culpa de estudios, exámenes, etc.
Por unos días pensé lo curioso de ser un ansioso como soy y la presión de tantos exámenes como he tenido. No entiendo como no he caído en redondo por tanta presión. Como bien decía Eleco en un comentario, alejarse de casa es estar en permanente alerta que te acaba dejando KO. Pues lo mismo con exámenes, tanto nervio no es bueno.  En uno de los exa´menes que tenía (uno que me jodió vivo) me tuvo tan tenso, tanto, que me apareció un dolor bestial en la columna vertebral que me duró hasta que llegué a casa. Luego me compré algo de chocolate y todo se me pasó (mejor que un ibuprofeno, jeje).

Ahora, más relajado (aunque aún no he acabado) estoy intentando poner los nervios en su sitio, aunque es difícil, para que negarlo.

sábado, 28 de mayo de 2011

El regreso. Primera parte: "Semana Santa"

Atendiendo a petició de maique, lo haré por partes, si no, no empezaré nunca esta entrada.

Todo este silencio, como ya dije, no es debido a ningún problema. Más bien he estado bastante ocupado con exámenes. Aún no acabé, pero el que me queda me deja tiempo libre para dedicar unas palabras a este blog.

Para empezar os diré, tal y como alguna vez ya había comentado, el exponer aquí todo mi interior provocó en mi ser el mismo efecto como cuando empiezas a tomar un ansiolitico: los primeros días son horribles, como de ir hacia atrás, luego mejoró la situación. Pero ese aspecto me hizo pensar en que días después yo tenía que irme de viaje unos cuantos kilómetros lejos de casa. Eso me hizo separarme del blog, pensando que de esta manera, desaparecerían esos síntomas tan fuertes y no salieran, de momento, más a flote.

Por suerte, descubrí un libro que me está ayudando mucho de una persona que ha pasado exactamente por lo mismo que pasé, paso y seguramente pasaré durante un tiempo más. Con suerte, puede que acabe como él, recuperado y escribiendo también todo mi proceso con la única diferencia que él fue escribiendo todo su recorrido y yo sólo lo tengo en mi memoria, algún e-mail y al menos, tengo toda la documentación de este blog. En otra entrada os hablaré de este libro detalladamente porque no tiene desperdicio. Pues gracias a este libro, hice todo lo posible para imprimirmélo y llévarmelo conmigo de viaje. Lo encontraba imprescidible, era como llevar un ansiolítico encima. Dos días antes de irme de viaje empecé a leérmelo y me fue bien, bastante bien. Luego en el viaje y en mi estancia en mi destino no lo lllegué a coger.

En destino estuve bien, sin problemas y el viaje de ida fue tranquilo, bastante tranquilo. Por suerte íbamos durmiendo en tren y claro, de esta manera se hace más corto el sufrimiento. Pero para una persona que sufre allá por donde va, estar metido en un habitáculo pequeño y que sabes que está en marcha y alejándose de tu casa, tu sitio seguro, para como lo llevé, no me puedo quejar. Como he dicho antes, la estancia allí estuvo bien. Hizo muy mal tiempo, por lo tanto estuvimos mucho tiempo en casa, porque fuera llovía y granizaba. El día de vuelta, en el coche hacia la estación para coger el tren de vuelta a casa, tuve una de esas sensaciones de "despersonalización" o "irrealidad" (bien, bien... no las se distinguir). Supongo que era de noche, pasadas las doce y, la verdad, parecía que en vez de ir en coche iba flotando por las nubes y todo se movía arriba y abajo. Aquí me preocupé y, para que os voy a engañar, me acojoné. A los pocos minutos tenía que estar otra vez en un tren metido durante 9 horas. Pero yo creo que fue más bien el perder el tren, me preocupaba el hecho de no tener más trenes disponibles para volver a casa y lo que pudiera pasar, porque una vez bajé del coche, ya estaba en la estación, faltaba media hora para que llegara nuestro tren, pero sorprendentemente ya estaba en el andén me hizo tranquilizar de golpe. Supongo que "todo estaba bien, en su sitio". Montamos en el tren, nos despedimos de los familiares y una vez dentro reinó la calma. Me puse a jugar a la consola hasta pasadas la una, casi tocando las dos. Dormí bastante bien, tratándose de un tren y me desperté a poco de llegar a la estación de sants. El trayecto fue bueno, muy bueno.

El viaje acabó. Llegamos a casa. A salvo, como digo siempre. Se pasó bien, pero estás en constante alerta y cansa mucho. A veces piensas si vale la pena tanta alerta, tanto seguimiento de tus sensaciones: palpitaciones, dolores, mareos, etc... La vuelta a casa con la fiesta de final de semana santa fue bien. Cuando has pasado por ese momento malo todo lo ves como un éxito, no pasa nada, todo sigue igual... pero cuando llega la hora de que venga otro... no tienes ganas otra vez de estar alerta, vigilando las sensaciones, comiéndote el coco...

Sigo leyendo el libro del cual os hablaré en un futuro y me queda un poco. Ayuda bastante y estoy por que alguien (entendido en el tema) me asesore de más libros que me puedan ayudar a seguir adelante. A pasar por fin al último tramo y pasar o, mejor dicho, volver a ser la persona que era antes de...

En la segunda parte (que imagino, será más corta) os explicaré todo este tiempo desde la llegada hasta que haya pasado mañana lo que he vivido, las sensaciones y las evitaciones y las NO evitaciones, que han sido bastantes.... espero acordarme de todo. Desearme suerte, porque mañana la voy a necesitar.

Un abrazo a todos.

domingo, 15 de mayo de 2011

En espera de acabar...

Pensaba durante esta semana crear una entrada para este blog explicando el porqué de esta ausencia. Antes de irme de semana santa no entré, ni tampoco después. ¿Motivo? exámenes. He estado estudiando, he estado de exámenes y pensaba que tendría tiempo para escribir una entrada que tenía en la mente con unas cosas que me han pasado durante todos estos días. Pero como siempre, lo he dejado todo para última hora y no es bueno estudiar intensamente en dos semanas porque te quema por dentro, por fuera y por todos lados. Total, que tengo que repetir algún examen que otro en recuperación y me veo otra vez estudiando para poder aprobar los exámenes que tengo la semana siguiente. A partir de entonces, tendré una entrada que crear con un montón de sensaciones que he vivido. A parte de un libro que me bajé muy interesante y el cual quiero comentar.
Pues eso, que estoy liadillo y espero poder decir la mía en breve.
Saludos.

sábado, 9 de abril de 2011

Valoración de la semana

Ya casi se acaba esta semana, semana chunga.. y bastante. He podido pasar olímpicamente como siempre paso y no acabo de darme cuenta de que todo lo que genera mi mente es eso, una ansiedad que no llega nunca a nada.

Pienso que el domingo me dio la ansiedad por un posible viaje que tengo que realizar en semana santa o por el tema de padres e hijos... qué se yo!! la cuestión es que viene y le gusta hacerme compañía pero, yo no quiero que esté conmigo. Me tengo que deshacer de ella, cueste lo que cueste.

Trabajando ha sido durillo con momentos de mareos y sobretodo los oídos muy tapados, pero eso ha contribuido la dichosa alergia que está a punto de florecer como cada año. El año pasado me puse hasta el culo de roibhos - o como se escriba - que es te rojo pero sin teína. Por suerte me gustan todo tipo de infusiones y esta, por ser de lo mejorcito en nada de efectos secundarios, pues ya me direis! me la tomo que da gusto. Dicen qeu es buena para la alergia, para animar a una persona depresiva, ansiedad,   a parte de muchas otras indicaciones muy buenas. A mi, personalmente, me funcionó el año pasado. O llamésmole coincidencia, pero al menos, la alergia fue bastaaante leve, casi ni la noté. Pues eso, que como cada año, oídos tapados con esa sensación de inestabilidad se sumó a la ansiedad que empecé a padecer.

TAmbién he ido hoy al médico y, de momento, el glaucoma queda descartado. Tengo una cavidad mas grande de lo normal, pero seguramente sea de nacimiento. Eso hace que te encuentres mejor. He salido a la calle, he paseado y he ido de compras. Total, 4 horas de pingoneo, como digo yo. ¿¿Síntomas de ansiedad?? pues claro, para que os voy a engañar, pero no les he puesto en preferente, más bien en clase turista tirando a oferta y de la barata. He seguido comprando y disfrutando de mi libertad. Esa libertad que tanto anhelo.

Quiero aprovechar también para agradecer a un tal electroduende que se ha incorporado como seguidor porque me ha aportado unas webs, dos para ser exactos, que me vinieron muy bien en el mejor momento, o mejor dicho, en mi peor momento. Ver esas webs(de ansiedad) fue la carga de baterías que necesitaba. Me tranquilizaron mucho cuando las vi y voy a decidir a hablar con estas personas que con la boca tan abierta le han podido decir adiós a la ansiedad. No os voy a negar que me generan mucha envidia, pero a ver si su fuerza de voluntad se me contagia.

Maique, jugar contra tí es muy fácil... más difícil sería competir con mi hijo, que los niños de hoy en día, pegan fuerte. Pero al menos me distraigo bastante. Siempre he sido una persona constante en el sentido de que algún día encontraría a alguien ,cibernéticamente hablando, pero en todo este tiempo navegando por la red no he encontrado a gente con quien tener constancia, que no se pierdan en el segundo mail, comentario, etc... siempre se perdían. Cuando ves que todo va bien , zas!! desaparecen, en fin.. así es la vida... pero erre que erre, intentando seguir buscando y zas... al final, gente con la que poder compartir, tanto lo bueno como lo malo. Maique y yo estamos en nuestro primer aniversario. Ya hace un año que estamos ahí, día a día, con nuestras penas, nuestras locuras o nuestras conversaciones besugas (de ahí el nombre del blog). Luego los que llamo los bloggeros/as con los que nos desahogamos, que soltamos nuestros pensamientos. Uy, que sentimental me estoy poniendo. Vamos a dejarlo que si no...  ;-)  total, que me alegra de que todos esteis por ahí, detrás de mi pantalla, como digo yo!!

Conclusión, que ha sido semana chunga, que la que empieza puede ser un poco de altibajos, porque el viaje me puede poner un poco en alerta, pero que voy a intentar buscar todos los mecanismos necesarios para ir eliminando la ansiedad extrema para esta semana y la que viene y que la próxima entrada en el blog sera bastante positiva.

He dicho.

Publicado esta entrada, he recordado una historia que tenía guardada de una revista en la cual un tío explicaba su primer ataque de ansiedad. La he encontrado y quería compartirla con vosotros, a partir de ahí, empecé a entender un poco qué me estaba pasando, espero que se pueda leer bien.


lunes, 4 de abril de 2011

Ayer se nubló...

Domingo fue un día que empezó bien, normal. Me puse a hacer la comida porque teníamos invitados y me quedé solo en casa. Cuando lo tenía todo un poco medio listo, me afeité, duché acabé la comida y comimos. Todo salió bien. Comida me salió muy buena. Charlemos y sobretodo la separación: padre e hijos...Todo normal, todo bien.

Después de cenar, no sabía donde dejar el huevo, si sentarme en el sofá, si hablar un rato... total que empecé a encontrarme mal. No daré detalles: ataque de ansiedad, leve, pero un ataque. No me quería sentar porque quería luchar contra él pero me sentía muy mal. ¿El porqué de mi ataque? nu se.... a lo mejor tema que me obsesiona, la preocupación de que todo salga bien con la comida (posiblemente: ansiedad=obsesión de que todo está controlado y que sale bien...), también bebí mucha coca-cola, casi un litro, postre de chocolate ( que dice, excitan) Nu se. Pensé que chateando con Maique un rato, me distraería y se me pasaría. Bueno, se pasó gracias a un juego que estuvimos jugando pero seguía ahí, latente, los nervios, las palpitaciones. Claro, que pasa... todo el domingo en casa y al día siguiente toca curro, coger coche, llevar niños al colegio, etc..
Me fuí a dormir con la esperanza de que todo se iría y que dormiría como un lirón. Tardé un poco, no mucho, pero lo conseguí. Me desperté más temparano de lo normal y ya no pude dormirme más. Me levanté y pude hacer todo lo de los lunes: camas, desayuno niños, vestirlos, y llevarlos al cole. Aquí fue un poco más duro. Iba bien en el coche, pero poco antes de llegar al colegio del niño ya empecé a notar que me ponía más nervioso de lo normal. Salimos del coche y nos fuimos a la puerta. Allí lo dejé y me puse a hablar con una profe y un padre. Al salir por la puerta dirección al coche ya me temblaban las piernas y era horrible. Tomé la decisión de irme por el camino fácil porque no iba a ser capaz de controlar la ansiedad de la autopista. Aún así, el camino fàcil, se hizo difícil. A veces pienso que el control de la ansiedad no lo quiero controlar, se y puedo, pero no lo quiero controlar. Me plantee no ir a trabajar porque era muy fuerte la ansiedad que tenía. Recordaba la pregunta de mi psicólogo cuando se montaba conmigo en el coche: ¿qué nivel de ansiedad tienes ahora? Pero no podía ir por lo más fácil, yo lo llevo todo por lo difícil. Por lo tanto, decidí actuar y poner en práctica todo lo aprendido con mi psico: control de la respiración, músculos y evitar malos pensamientos. En esos momentos, es muy duro, pero puedo decir que conseguí estancar la ansiedad y en algún momento del trayecto, encontrarme bien.

En el trabajo era momento de la prueba de fuego, aguantar del tirón. No me engañaré a mí mismo y decir que me ha costado horrores. Es imposible mantener la calma de una estabilidad cuando tu silla es giratoria y siempre se está moviendo, pero he podido ir tirando de tal manera que a media mañana estaba tranquilo, normal. Entonces hago valoración para darme cuenta yo mismo que ya ha pasado, que por fin pasó.
No se qué me pasa, pero esto está saliendo mucho ultimamente y una de dos, o puedo con la ansiedad o ella podrá conmigo y entonces se habrá acabado todo.

Tocaba volver a casa y con todo lo que he pasado hoy, era mejor irme por el sitio tranquilo y no arriesgarme a ir por la autopista. Pero este tozudo, ha cogido la autopista. Vuelvo a decir lo mismo que el otro día, un día con sol, es un día para luchar sin problemas. Mientras no llueva... Todo ha ido bien, ningún problema, pero creo que debería volver a mi psico, porque para atrás.. no quiero ir!

jueves, 31 de marzo de 2011

HOY HA SALIDO EL SOL!!!

Pensaba dejar sólo el título de la entrada que, creo, habla por sí solo de lo que podría ir esta entrada.

Hoy hace un día espléndido. Un sol brillante, una calorcita que no hace falta el abrigo...

Esta mañana.... he cogido la autopista. No he dejado respirar a mi ansiedad. He empezado a practicar todas las armas para paliar la ansiedad y.... lo conseguí. No se elimina, eso está claro, pero creo que lo más importante, es que he conseguido controlarla, pasar de ella y tirar recto. Esta mañana no hacía sol, más bien estaba bien oscuro. Pero al salir del curro, día perfecto. No mentiré diciendo que no he empezado a tener síntomas ansiosos cuando se acercaba la hora de acabar la jornada, pero... lo he rebajado. He cogido el coche. Y tomando conciencia de lo que iba a hacer, he cogido la autopista. ¿Resultado? Bueno, aparecen síntomas, pero intento cambiar mi visión de las cosas, mis pensamientos y he podido respirar tranquilo, sin problema. Ayer fue un mal día. Hoy el día estuvo mejor.

He aprendido a eliminar síntomas porque he descubierto que es lo que me produce, a veces, la falta de aire. Cuando empiezo a ponerme con una ansiedad que va aumentando lentamente, descubrí que el estómago lo tenía tan, tan encogido que no me dejaba respirar. Al darme cuenta de eso, relajo el estómago, lo hincho de aire y lo mantengo durante unos segundos. Es bestial, porque desaparece un síntoma de la ansiedad sin que te lo puedas creer. ¿Era eso lo que me producía la falta de aire? No me extraña... si tengo barriguita y cuando me di cuenta de lo que hacía, ni siquiera tenía barriga, más al contrario, hacia dentro... asi no me extraña que me faltara el aire.

Bueno, no me quiero alargar en una entrada que sólo quería que tuviera el título, porque lo dice todo: hoy ha salido el sol... por el momento!!

miércoles, 30 de marzo de 2011

Día malo... muy maalo

Pues sí... malo, malo, o más bien diría EVITATIVO a tope. Pero empecemos por el principio.

Ayer, me fuí al oculista. Revisión. En principio, no hay problema ni me genera tanta ansiedad como podría ser el dentista. Pero algo pasó. No se si fue la calor, o que se yo... pero la chica venga mirar y mirar, no pone buenas cara y me explica que si la cavidad del ojo que si es más profunda de lo normal, que puede ser algo de nacimiento como que pueda ser un glaucoma. Luego estuvo tocándome los ojos con unos aparatos y no veas la impresión que da que te toca el ojo pero tampoco notaba gran cosa, porque me había puesto anestesia en los ojos (unas gotas). Luego me dice que si me pican los ojos porque tengo no se qué en los párpados que podría ser no se qué... (aquí ya me perdí). Total, que me siento en la consulta con mi hijo al lado y me empieza a explicar todo lo que ha explorado, lo que tenemos que hacer y tal... se me queda mirando fijamente y me pregunta: "¿te encuentras bien?" a lo que le respondo que si (mentía, me estaba mareando...) y me dice que estoy muy pálido. Entonces le digo que si, que un poco y me comenta que mucha gente se le ha caído en redondo en la consulta porque el tocar los ojos causa una sensación rara.... Pero aguanté del tirón y me levanté de la consulta y salí por la puerta a la calle. No os voy a mentir y fueron los minutos más desesperante de mi vida hasta llegar a casa. Imaginaos el estado de ansiedad con esos síntomas de que vas mareado, irrealidad , etc.... pues se vieron más magnificados con los meneos que me metía mi hijo, que se colgaba de mí, que si chocaba y así iba yo, dando tumbos como un borracho.

Al llegar a casa, nada del otro mundo, miramos y la cosa no es nada grave, en absoluto.. pero ahí tenía yo mi mal estar, mi mal rollo interno. No es fácil luchar con la ansiedad si encima tienes que enfrentarte a situaciones no esperadas.

Esta mañana tocaba coger el coche para el trabajo. Como cada día. He evitado la autopista. En el trabajo he estado bien o incluso mejor y más por historias que me han contado de unos personajes conocidos que tienen enfermedades terribles. Por lo tanto, lo mío no es nada... pero ahí está.

Lo peor vino a la hora de acabar la jornada. Debía de coger la autopista como cada día pero no he podido. Lo he intentado pero la sensación de escalofríos, de que se me duerme el cuerpo era tan bestia, que no podía arriesgarme, por lo tanto, camino alternativo. Sorpresa! Camino alternativo cortado por los mossos d'esquadra. O iba por la autopista o daba una vuelta horrible hasta llegar a casa. Solución: vuelta horrible.

Normalmente, cuando tomo medicamentos, me pasa algo y estoy alerta, dejo pasar unos días y voy por lo tranquilo, por el sitio seguro, no por la autopista. A los pocos días ya estoy más tranquilo y acabo cogiendo y no evitando la autopista. Esta vez no quería, pero el estado de ansiedad era demasiado y ha podido conmigo. Llevaba unos días mentalizandome de la tranquilidad mientras conduzco pero hoy se ha ido todo al garete. He llegado tarde a mi cita y, como siempre, a inventarse una excusa del porque de mi tardanza.

No es una superación, lo se... pero necesitaba soltarlo. No puedo venirme abajo por cualquier tontería que me pase y suerte que no voy al psico que si no, me hubiera echado una bronca tan descomunal que me hubiera metido él mismo en la autopista por dos horas por la evitación que he hecho hoy. Espero que la próxima entrada, no sea tan pesimista como esta.

sábado, 26 de marzo de 2011

Qué raro todo...

Ese título por poner algo...

Hoy me pasó algo curioso. Siempre estoy buscando gente que haya pasado/que pase por lo mismo por lo que yo paso pero es difícil encontrar a gente que quiera participar en esa "ayuda" que busco. Foros, chats, anuncios... etc... por hache o por be nunca cuaja. Maique es uno de los que, por suerte, rompen esa excepción, y, aunque se que vas a leer esto, me alegro de que esté ahí, detrás de la pantalla de mi portàtil.

Como he dicho antes, hoy algo pasó. No voy a dar muchas pistas, por si alguien lee esto..., pero conozco una persona desde hace unos meses con el cual he estado charlando en las horas de recogida del cole de los niños (van juntos nuestros pekes). Hoy me ha explicado lo que sufrió de ansiedad. Si, eso que yo recelo y me callo, él lo ha contado como algo que le pasó durante una etapa de su vida. Dice que está muy bien y tal, pero claro, me ha recorrido un escalofrío por el cuerpo, una sensación de esas "maravillosas" por todo lo que estaba explicando: mareos horribles, se ha desmayado dos veces, taquicardias.. etc... Ahí podría haber aprovechado y haberle dicho "te entiendo" pero no... he asentido con la cabeza, he escuchado atentamente pero no he aportado nada por mi parte. Supongo que el hecho está en que estaban los niños, su mujer, y decir lo que yo estoy pasando podría constituir una noticia en primera plana del mejor periódico de la provincia, cosa que no quiero.

Otra cosa diferente es que él habla en futuro. Esa parte me ha gustado. Sufrió durante más de dos años interminables ataques de ansiedad y, lo más curioso, que empezó en la misma fecha que yo... sólo que él los acabó hace tiempo, cosa que yo no, sigo luchando con mi "amiga ansiedad". Si él habla en pasado, ¿porqué yo no? Ahí queda esa esperanza.

De hecho, mi actitud ha cambiado bastante y eso es muy importante. Antes con cualquier primer síntoma que tuviera ya hacía un drama y ya iba con un mal cuerpo que te cagas a todos lados. Hoy, después de dormir la siesta, me he ido con el coche a buscar a mi hijo. En el camino, estaba como raro, mal cuerpo y mi mente ya empezó a trabajar como de costumbre. Entonces me he dicho, me da igual, lo que tenga que pasar, que pase... al final, en pocos minutos después, no tenía nada, estaba la mar de normal y he pasado unas horas tranquilo en casa ajena, desconocida.

Esta semana, en un momento de mis pensamientos neuróticos, he pensado: si no me ha pasado nada ya, ¿porqué me sigo preocupaando de algo que no me ha pasado en 10 años que llevo ya? Pienso muchas veces que cuando algo te tiene que suceder, te sucede y punto, no hay escapatoria, como si estuvíeramos destinados a esos. Llevo pensando muchos años que si me va a pasar esto, que lo otro... pero no me pasa nada y si pasa.... pues que pase, no nos vamos a preocupar por algo que podría suceder. En fin, que es muy raro todo junto.

Y en mi casa el teléfono no para de sonar... se que no tiene nada que ver con este tema... pero me produce una irritabilidad que roza ya la ansiedad...

He pensado que va siendo el momento de abrir este blog al resto de bloggeros, no siempre este besugo está de buenas, de cachondeo y todo lo ve de color de rosas, también tiene sus más y sus menos. Miraré a ver como lo hago...

Hasta siempre!

sábado, 19 de marzo de 2011

No quiero... pero pasa :-(

Hace días que no meto entradas en este blog. Me pregunto porqué será, y creo que no quiero aceptar algo que no quiero tener pero que, desgraciadamente, tengo.

Ayer pasé un día muy raro en el trabajo. Durante toda la mañana tenía la sensación de que no tenía fuerza e las piernas. Que cuando me levantaba estaba como ligeramente borracho. Típica sensación de la ansiedad, pero intenté pasar de ella. Lo primero que me pasó en la cabeza era el trayecto del trabajo a casa, pero otra parte de mi ser me decía, no pasará nada.

Cuando llegó la hora, cogí rápidamente y me largué del curro. Miento, cinco antes minutos de mi hora ya me fuí. Me puse la música a tope y empecé a cantar tan fuerte que me quedaba sin respiración. Digamos, que me estaba poniendo nervioso sin darme cuenta. Dudé si coger la autopista o irme por el camino tradicional, aquel que cojo cuando estoy muy ansioso/nervioso, pero decidí ser valiente y coger la autopista. Entré en la autovía y empecé a notar que perdía el conocimiento (la sensacion) que todo se me entumecía, el corazón empezó a correr una maratón sin moverme del coche. Pensé: paro un momento a que me tranquilice, pero tengo otra parte de mí, que no me deja vivir en miedo y me decía "un poco más, sigue un poco más y luego paramos". La sensación seguía y empezaba a notar la cabeza como "ida", al girar la curva, por culpa de un coche de autoescuela, estábamos todos parados. Respiré hondo, intenté hacer los ejercicios de respiración y a activar el estado de relajación que me enseñaron en psicología, pero no estaba para esas labores. Digamos que tenía que tirar la toalla y decir a todo el mundo a viva voz : "soy un ansioso de la vida". Logré entrar en la autopista finalmente con menos ansiedad pero con el pie que me temblaba de los nervios que cogí. Pensé que si me tenía que pasar algo (un accidente) que me pasara ya y acabáramos con todo. Pero el problema es que ni pierdo el control y al final los nervios van desapareciendo lentamente. 
Salí de la autopista y decidí parar para relajarme un poco. Ya estaba en mi ciudad. Pero como siempre, no pude parar y decidí seguir por otro camino alternativo hasta casa. Allí pensé en dejar el coche aparcado y pensar en lo sucedido, gritar, llorar o lo que hiciera falta. Pero como si otra persona en mi ser se tratara, me bajé y me dirigí a mi casa, donde me puse a hacer la cena de esa noche y la comida para el momento. Ni siquiera paré para reflexionar, estudiar o llorar el problema. Seguí mi vida sin mirar atrás.

Sentí en ese momento que todo se desmorona ya y no hay más que decir a la gente que sufro de esto y no esconderme de nadie. Pero eso sería un paso atrás porque con la excusa de que no me encuentro bien, dejaré de hacer cosas. De esta manera, como los demás no lo saben, aunque lo pase mal, yo sigo intentando lo que puedo.

Por la noche tuve una cena. Tenía que volver a hacer el mismo recorrido. Al ir a la cena, decidí hacer el camino alternativo. Quería llegar sin nervios al sitio. Llegué y ningún problema. Al plantear la vuelta era un dilema: si por la noche soy más sensible a la ansiedad, imagina si vuelvo a pasar por el mismo sitio que por la mañana, pero por la noche". Por lo tanto la decisión era irme por el sitio "seguro". Cuando me acercaba a la bifurcación, mi otro YO giró el volante y me metió en el camino peligroso. Ya no había marcha atrás. Había hecho una salvajada. Pero sólo me quedaba activar todos los planes de relajación y una cosa muy importante para mi sanación, no ejecutar la acción de la "evitación" si no al contrario, tratar de no evitar las cosas. Pasó bien, sin problema. Pasé por el mismo sitio a oscuras sin apenas visión y me puse un pelín nervioso, pero ahí quedó la cosa. La entrada a la autopista fue sin problemas y salí de ellas sin más.

No se trata esta historia de una superación. He conseguido no evitar "algo" pero no considero que esto sea una superación. Aun me queda mucho por recorrer, pero mucho. Pero una cosa me di cuenta, no me voy a acojonar por nada y voy a intentar seguir adelante y pasar por el mismo sitio que me produce estos nervios.

Hace ya muchos años que no voy solo por la autopista hacia la gran ciudad y eso se tiene que eliminar como sea. Recuerdo que dije en este blog, en la primera entrada que iría explicando como empezó todo y las cosas que me llegaron a pasar. Ahora no tengo mucho tiempo, pero en verano, voy a intentar conseguir escribir por capítulos todo el comienzo. Por ahora decir, que el primer pequeño ataque de ansiedad me lo produje yo mismo en un trayecto de autopista hace ya 10 años. Siempre he ido solo de un lado a otro y nunca he tenido ningún problema. Un día tuve que bajar a la gran ciudad por trabajo y cogí el coche de la empresa. Siempre me ha gustado correr con el coche y aproveché cuando volvía de la gran ciudad al trabajo para correr bastante (si me ponían la multa, se la ponían al coche de la empresa, jeje) y creo que esa fue la última vez. A mitad de camino, se me pasó por la cabeza una pregunta que me marcó: "anda que si me pasa algo aquí lejos" Entonces noté un ligero mareo que me puso en alerta y salí un momento de la autopista. Paré el coche, salí fuera del coche a que me diera el aire y no notaba más que un poco raro el cuerpo. Pasada una media hora, decidí meterme en el coche y sin prisas volví al trabajo con mucho respeto, no miedo, entonces iba con respeto, por si me volvía a suceder lo mismo. Ahí empezó todo. Es normal, que uno de mis miedos sea el inicial que tuve y que todo lo relacionado con autopistas, ir solo, etc... siga siendo un problema.

Después de eso empezó una odisea horrible que me acabó apostrando en casa poco a poco. De lo que había entonces a lo que hay ahora, me alegro de que muchas cosas no me den miedo ya, pero hay cosas que aun hay que pulir. Costarán, pero seguro que saldrán poco a poco.

Quería decirlo.

jueves, 24 de febrero de 2011

¿Porqué uno da consejos que luego no se autoaplica?

Si.
Eso digo yo.
¿Porque doy consejos que luego soy incapaz de aplicarmelos a mí mismo? Que estupidez. Por la gloria de mi madre.
Sufro de ansiedad, como diría Millán de Martes y trece: "subro bucho". En el trabajo nadie lo sabe. ¿Para qué? Nadie lo sabe. Nobody's knows it. Ayer, entra el sujeto A y me cuenta la historia del compañero de su marido que vive en Y y que por negocios está en H y se empezó a encontrar mal y que al final lo han tenido que ingresar y que si su mujer se ha tenido que desplazar bla-bla-bla. Claro, se crea la psicosis de que si estás mal y lejos que qué haces y tal... todo eso delante de uno con problemas de ansiedad que calla. Muy bien. Segundo sujeto (llamémosle B) que si a él le pasó que un día se cayó redondo en el trabajo, que si le mandaron pastillas, que si al final le dijeron que fue un ataque de ansiedad ...(y continua explicando) . Vale. Aguantamos el tipo y les vas dando consejos que tu nunca te aplicas de que no se preocupe, que se relaje, etc, etc... vamos... uno dando consejos de como combatir la ansiedad (bueno,mirándolo desde otra perspectiva, bastante me han enseñado a mi, no?). Bueno, entra el sujeto C para acabar de liarla y dice: Pues no he tenido ataques de ansiedad nunca, pero me han dicho que lo pasan fatal, que si tienen la sensación de que se van a morir, que tienen unos síntomas bestiales bla-bla-bla. Bueno, realmente, no se como se pudo montar esa conversación en tan poco tiempo de un tema, que no me gusta hablar, tocar, etc. Y yo, dando consejos... madre mía. Es como si me dieran los mandos para pilotar un AIRBUS dirección las islas Cayman... ¿¿llegaremos?? nu se... pero al menos lo intentaremos...
Fin de la historia.

Días atrás, maique me decía que tenía que escribir algo por aquí que lo tenía abandonado. Pues ya está. Ayer pasó eso, pero como por la tarde no estuve en casa. Llegué después de la cena. Cené y tuvimos que hablar de temas la parienta y yo y al final, al acabar, me fuí a la camita (ayer antes de las once durmiendo) y sólo tardé cinco minutos en sobar. En cinco minutos ya estaba KO. Pues nada, hoy me he dicho, ponte ahora, que luego te lías a chatear con los energúmenos de turno y al final te lían hasta las tantas.

Bueno, en la próxima... más!

Saludos para ... (¿quien habrá por ahí leyendo?)jaja

jueves, 17 de febrero de 2011

Dios mío... no llevo móvil!!

Parecerá una tontería, pero para los que sufren ansiedad y necesitan tener un medio "seguro" con el que poder trasladarse, me entenderán. Juan Carlos seguro que me entiende.

El rollo ansiedad etc.,etc., consiste en tener ante toda situación una via de escape o algo que te ayude a ir tranquilo. El móvil, celular o como lo querais llamar, se convierte en algo hiper-imprescindible. El darte cuenta que no lo llevas encima mientras estás en la calle produce los síntomas de inestabilidad, palpitaciones, y más que no voy a detallar. ¿Porqué digo todo esto? Porque hoy se me ha olvidado el móvil en casa... si.... como lo oyen señores, señoras y queridas familias (como diría Arguiñano, ese gran genio de la cocina y el show mezclado con toques de humor del club de la comedia), he salido a buscar el niño al colegio y como me he cambiado de ropa, el celular se ha quedado en el pantalón que quité. Increiblemente, he cogido todo lo necesario para irme a la calle excepto ese querido aparatito. Me he dado cuenta conduciendo pero, sorprendentemente (joer, que palabra más larga...), no ha pasado nada. NADA. Así, tal cual. ¿Síntomas? Ninguno. ¿Molestias? Ninguna. ¿Qué pasó? PUes nada. He madurado. Si, tal cual. Está bien que estas cosas pasen, porque significan dos cosas: o que paso ya del tema o que estoy en un buen momento que a lo mejor mañana no esté igual. Me gustaría pensar que es lo primero. Hoy tampoco ha sido un día muy especial. Es verdad que ahora ya no estoy tan pendiente de mis síntomas, que en el trabajo pasa la mañana bien, pero el hecho de conducir el coche por el trozo de la autopista que cojo, sigue provocándome unas sensaciones, digamos no muy buenas. Hoy llovía. Cuando llueve, la ansiedad con el coche es más fuerte. No se si será el día o que se yo! Pero hoy he tenido un momento crítico que he podido solventar con relajación, pero ha costado. El estómago está contraído como nunca y los nervios a punto de darme un soponcio. Pero aguanté del tirón. Llegué a mi destino y aún con ligero temblor por el excesivo momento nervioso parece que he escalado otro peldaño más para mi curación definitiva. O eso quiero creer. El cerebro me puede más todavía, pero se que algún día, mi cerebro estará más débil que mi cordura. ¿O es viceversa? En fin, disculpen las faltas y como no....¡opinen!

sábado, 12 de febrero de 2011

Ready? Steady? Go!!

Aquí estoy por fín!!

Ya hace días que monté el formato y el diseño del blog pero no encontraba el momento -o la inspiración- para arrancar de  una vez. ¿El título? Pues sencillo, como un pistoletazo de salida.

En como voy a proseguir con el blog no lo se. Explicar toda mi aventura ahora, así, sin más, me costaría casi un día completo de explicaciones y que nadie se atreviera a leérlo de golpe porque son muchos años ya pacediendo esta ansiedad generalizada. Por lo tanto, he decidido a ir metiendo entradas con una explicación de lo que me haya pasado en el pasado.

¿Cuando, cómo y qué? Pues fácil de responder. Hace diez años, de la nada y TAG (trastorno de ansiedad generalizada, con toques de evitación). En una siguiente entrada explicaré el comienzo de todo. Ya llegará la entrada.

El título no dará pie sólo a la ansiedad sino a mi vida en general. Siempre hay que ir superando cosas y cada vez que se es más mayor, el listón sube más y más cuando tienes hijos.

Salir de casa sólo y desprotegido es motivo de palpitaciones, mareos y situacions irreales pero que te producen unas sensaciones bestiales para los que sufren ansiedad. Hoy he estado gran parte de la mañana fuera de un lado a otro y los síntomas cuando algunos han llegado a mi ser, ni siquiera me han importado. Cuando ya no los haces caso, desaparecen y vuelves a ser el ser libre que eras entonces. Salir corriendo de los sitios donde no te sientes seguro, sudar sin en camisa corta cuando todo el mundo está abrigado hasta las cejas y evitar sitios se está conviertiendo poco a poco en sensaciones que no van conmigo. Aún queda mucho camino por recorrer, pero estoy seguro que poco a poco se irán yendo. Otra cosa es el coche, es mas complicado, pero estoy seguro que no será ningún problema para mí.

En fin, que abrí el post, que saqué a la bestia, ahora solo falta seguir paseando a la bestia de tanto en tanto.