viernes, 3 de junio de 2011

El regreso. Segunda parte "Semana no tan santa..."

En el anterior post os pedí que me desearais suerte, ¿porqué? pues porque tenía un reto que asumir. Os explico.

Domingo teníamos que desplazarnos para un evento familiar a unos cuantos kilómetros que distan de mi ciudad del destino. Como la autopista, de momento, está en standby, la única alternativa que me quedaba era la nacional. La nacional es más relajada porque no coges tanta velocidad y además paras, hay semáforos, diferentes velocidades, etc. Aún así, es algo que me pone nervioso porque tienes que estar alerta y porque los síntomas que corren por mi mente son muy variados.
Hay que destacar que tampoco era un evento que especialmente fuera atractivo, pero se tenía que cumplir.
Unos días antes, mi sorpresa más grande y la cual me produce una terrible sensación es que, precisamente ese día, estará cortada la Nacional. No me lo podía creer. Busqué por internet y efectivamente, sólo cortaban una vez al año la nacional, y ese día, la necesitaba yo. No se si os podeis hacer una idea del mal cuerpo que se me puso cuando la única alternativa relajante para mí se esfumaba.... Horrible. Me tranquilicé y me leí el libro del cual os hablé en la primera parte para ver si conseguía relajarme y poder aguantar el chaparrón. Está claro que tenía dos tristes opciones: o armarme de valor y llevar el coche o pedir a mi mujer que lo cogiera ella con todo lo que eso conllevaba.

En fin, que los días pasaron y domingo llegó. Intenté dormir bien, no pensar, relajarme, etc. pero lo conseguí a medias. Domingo me levanté y me duché, me afeité e intenté no pensar en nada relacionado con el viaje. Mucho antes de la hora prevista ya estábamos listo y tomamos la decisión de irnos ya. Pensé que sería lo mejor, mientras antes mejor. Coger el coche y para adelante. Entré en autopista y tiré millas. En el libro que estoy leyendo comenta que cuando has hecho frente a una sensación y la has derrotado, viene otra más potente que te pone a prueba. Los primeros minutos fueron buenos, digamos cinco como mucho. Pasados esos cinco minutos el corazón ya empezó a latir demasiado fuerte. Lo notaba casi por debajo de mi clavícula. Aproveché para comentar y hablar para distraerme. Lo conseguí. Llegamos al peaje. Paramos (es lo que me relaja, un paro).  Volvemos a reiniciar el trayecto, estamos casi en la mitad, estamos en el ecuador del viaje (por la autopista). Hay un sensación que se le llama despersonificación otra que es irrealidad y tomé un cóctel de las dos. Por suerte llegó la salida a tomar y enganchamos por la parte de la nacional qu eno estaba tomada y que nos llevaba a nuestro destino. Habían pasado 20 minutos y, aunque parezca mentira, me parecieron diez. Se me hizo corto el trayecto. Pasó bien el trayecto y pude estar bien en destino. Luego quedaba la vuelta.

En la vuelta, la nacional ya estaba abierta y la tomé tal cual. Me arrepentí porque iba cargada de coches y tardamos mucho en llegar a casa. Pero necesitaba estar más relajado. No se si lo llegue a estar porque me cabreé más por no tener pelotas de coger la autopista y en la mitad del tiempo estar en casa. Para colmo los niños estaban revoltosos y no veas el viajecito que nos dieron. En fin, que llegué a casa, sano y salvo (como siempre) con todos los planteamientos que con ello conlleva pero que sigo sin acabar de ver claro.

La segunda parte de las semanas que he estado fuera del blog ha sido por culpa de estudios, exámenes, etc.
Por unos días pensé lo curioso de ser un ansioso como soy y la presión de tantos exámenes como he tenido. No entiendo como no he caído en redondo por tanta presión. Como bien decía Eleco en un comentario, alejarse de casa es estar en permanente alerta que te acaba dejando KO. Pues lo mismo con exámenes, tanto nervio no es bueno.  En uno de los exa´menes que tenía (uno que me jodió vivo) me tuvo tan tenso, tanto, que me apareció un dolor bestial en la columna vertebral que me duró hasta que llegué a casa. Luego me compré algo de chocolate y todo se me pasó (mejor que un ibuprofeno, jeje).

Ahora, más relajado (aunque aún no he acabado) estoy intentando poner los nervios en su sitio, aunque es difícil, para que negarlo.

5 comentarios:

  1. Resumiendo: Que el chocolate es la solución, pues haberlo fum...digo comido antes :P

    Ahora en serio, vaya aventura de nervios, tensiones y cabreos...Pero al final, como siempre, sales airoso que es lo importante. Porque habrá gente que se queda a mitad de camino o simplemente no lo inicia, pero tú siempre llegas a buen puerto y eso para mi es una victoria ■ ■ ■

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  2. me gusta la parte en la que te enfadas por no haber tomado la autopista a la vuelta pq tardásteis más tiempo ... eso es de alguna manera un mensaje que te mandas diciéndote que podías hacerlo, que superaste algo y que volverías a superarlo. Por ejemplo yo el otro día me acabé un juego de RPG de la ps3, un dragonquest, pues la pantalla final era súuuuuuper jodida pero la superé ... al cabo de un par de días o así volví a intentar pasármelo y lo hice en unos diez minutos y sin tensión ... ya había superado algo y la ansiedad había volado pq sabía lo que venía después.

    Pues con el coche yo en las prácticas dejaba el cristal de delante empañado pq sentía también mucha ansiedad. La ansiedad la seguí teniendo hasta el momento en el que decidí que era yo quien llevaba el coche y quien decidía tomarlo o irme en tren, caminando o como fuera. También tuve ansiedad pq tenía copilotos a gente bastante dura de mollera con el tema de la conducción pero superé esa ansiedad cuando les dije que yo conducía como sabía. Un poco de temor a la hora de pillar el coche siempre tengo pero ya no es miedo pq yo sé que soy súper cuidadoso en los trayectos y que pongo todo de mí para ser un conductor seguro.

    Me alegro de que hayas hecho ese viaje, esos son puntos positivos para ti :D

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  3. Gracias a los dos por vuestras palabras...

    Ostras Eleco, me has hecho recordar cuando aprobé el carné de conducir, hace muuuuchos años. Me lo saqué con 18 añitos y con unas ganas horribles de coger un coche y salir rodando... qué tiempos aquellos. Era feliz con un coche en mis manos y me lo saqué todo a la primera. Sabía conducir y con sólo cinco prácticas en la autoescuela me sirvieron para subir y aprobar. Iba con una seguridad que ojalá tuviera una décima parte de la que tenía entonces. Antes no me preocupaba en absoluto nada. Había ido hasta Francia en coche, si, si.... qué tiempos aquellos. Al inicio de la ansiedad, cuando aún no sabía qué me pasaba, seguía cogiendo el coche para ir donde fuera, lo más lejos fue Asturias, pasando por Toledo y parando en Zaragoza... Creo que fue el último trayecto que hice tan largo con el coche. Bueno, luego nos fuimos a Mallorca y allí nos la repasamos con un coche de alquiler... pero vamos, ya os digo, la última vez que creo que me paseeé con el coche a largas distancias.

    Esa tranquilidad que tenía entonces para ir de eun lado a otro con el coche, sin pensar en nada y por la noche..aissn, me gustaría ser optimista pero... me queda mucho recorrido todavía...

    Digamos que disfruté de esa libertad desde los 18 hasta los 27. Desde hace 10 años, me metieron en esta cárcel y, algún día, me gustaría que me dieran la libertad condicional y si me porto bien, la libertad definitiva... ¿alquien tiene un buen abogado??

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  4. gali.......yo no conduzco, nunca he tenido la mas minima intencion de sacar el carnet de conducir, pero creo que en el fondo se esconde tambien un poco de panico a la conduccion.....lo creo porque lo paso mal aun yendo de copiloto, no me gusta el depender de que no falle la maquina, del estado de la carretera, de los posibles errores de otros conductores, en fin......hay gente que tiene panico a volar y yo voy tan "pichi", pese a que ya he tenido varios sustos en viajes de avion......por lo que me doy cuenta de que la fobias, como bien se suele decir, son ilogicas pero muy reales........

    oye......un abrizo¡¡¡¡¡

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  5. galimatías, ¿un buen abogado dices? ¿Que tal el Diablo?, ¿Te hace? Dímelo y si eso, pues te organizo una cita con él

    PFS, yo no saqué el carné de conducir tampoco, ni creo que lo haga nunca. Una de las razones por la que no lo saqué, pues porque no mi hizo falta y me despreocupé, y la otra razón pues porque me da miedo. Nunca me ha gustado conducir y además sería incapaz. Simplemente no puedo estar centrado en ello, cuando se conduce se ha de estar con todos los sentidos puestos en ello, y yo no soy capaz de ello, de estar pendiente todo el tiempo, centrado en la conducción. Por ejemplo en carretera, pues no duraría más de 15 minutos en ello, como para estar horas conduciendo. Así que por el bien de al seguridad vial, no me pondré al volante :P

    Un “abrizo” a todos también ■ ■ ■

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